Dear Amane ❀ 『 AmaNene 』

▒⃟҉♡ˎˊ- ━━ 08: Haz una promesa

Tsubaki-chan me ha dicho que le has estado interrogando para saber porque ya no te hablo como antes o porque ya no te dirijo ninguna sonrisa alegre, y estoy casi segura que no te lo ha dicho, sobre todo porque me lo prometió.

¿Estás preocupado?. Te prometo que solo será un mes, quizás así Aoi pueda estar más tranquila.

Solo prométeme que no le corresponderas. No soportaría verte con ella después de todo lo que has hecho por mí esta última semana.

Solamente me has estado enamorado más, así que no le digas que sí a sus sentimientos. Hazlo por mí, por más egoísta que suene.

━━━━━━━ ∙ʚ♡ɞ∙ ━━━━━━━

Dos días después, Amane empezó a sentir un raro comportamiento en su grupo. Al principio no intento darle importancia, pues solo estaba interesado en una persona todos los días, pero al ver que está no le respondió sus buenos días, tuvo un rato presentimiento de que le había sucedido algo.

Intento darle una mejor observación a Nene, pero antes de continuar con aquello, la voz empalagosa y nada agradable de Aoi lo hizo suspirar de cansancio. Sería su segundo día pegándose como chicle a él.

- ¡Amane-kun, buenos días!.- dijo con emoción mientras se enredaba en su brazo.- ¿Cómo estás?, ¿estuvo tranquila tu mañana?.

- Eh.. si, buenos días, Aoi-san.- río con incomodidad.- Mi mañana estuvo tranquila, ¿que tal la tuya?.

- ¡Se puso mejor desde que llegaste!.

Recordaba haberle dicho, en algún momento, que no le gustaba que se le arrimaran así. Lo ponía incomodo y muy irritante, pues cada vez que les ponía mucha atención a las chicas, en estas se notaba la verdadera intención de sus acciones. Y Akane Aoi no era la excepción. En su mirada se notaba ese anhelo de querer hacerlo suyo, pero aún si quisiera que fuera así, no lo conseguiría.

El de cabellos castaños soltó un suspiro y decidió acercarse a su asiento, dándole a entender a la peli morada que deseaba sentarse. Casi sintió alivio cuando le dejo en paz físicamente, pero eso no quería decir que se iba a despegar de él hasta que no tocará el timbre de la entrada. Por suerte, ella solo le decía lo que ya sabía sobre la tarea y demás, así que no se preocupaba tanto, pero aunque intentará ponerle atención, no podía. Sus pensamientos estaban ocupados mientras le dirigía miradas discretas a la cabellera decolorada de Nene, dándose ideas de porque ella no le estaba dirigiendo su rojiza mirada desde ayer.

¿Algo habría hecho él para que pasará eso?, ¿la había hecho enojar de alguna manera?, ¿la había entristecido?.

Solo por saberlo de una manera, y esa por parte de su hermana.

Cinco días después formando ya una semana, el oji ámbar se sentía irritado y cansado, pero sobre todo, estaba enojado con todo el mundo. Le ganaba la rabia por todo, y se sentía culpable a la vez por todo.

¿Porque?, porque había descubierto los rumores sobre la persona de su mejor amiga.

Sabía que en algunos podían tener razón, como el hecho de que era un poco torpe, idiota y muy distraída; pero que le dijeran a sus espaldas que era una "zorra atrapa hombre", "falsa", "mala amiga" y entre otros insultos, eso el no permitiría que siguieran rodando. Como odiaba ese tipo de cosas, lo detestaba. Porque, ¿quiénes se creían que eran para decir semejantes cosas?, ella no era ni en lo más mínimo todo lo que se rumoreaba. Amane le echaba la culpa a Akane Aoi internamente, porque, desde que escucho ese rumor detestable donde las mencionaba a ambas, fue donde se dio cuenta de una cosa: su odio hacia Yashiro.

A diferencia de Hanako, todos podían aclamar a esa chica por el físico y su gran corazón de oro que portaba, más sin embargo, ellos nunca podrían conocer exactamente su podrida alma traicionera. ¿Cuando fue que dejó de ser un ángel?, ¿cuando fue que se volvió una chica celosa y egoísta?.

Trato de no darle más vueltas al asunto en toda la semana. Porque lo único en lo que estaba interesado era en su mejor amiga, a quien su semblante de alegría ya no se le veía como antes. En toda esa semana se la pasaba a su lado, le decía cosas lindas para olvidar los rumores que resonaban a su alrededor y trataba de mirarle lo más posible, aún si ella apartaba su mirada de la suya cuando se encontraban.

Se prometió a si mismo que acabaría con los rumores de alguna manera, y no le importaba perder su puesto como delantero en el equipo de fútbol. Su mayor prioridad era restablecer el cariño y la alegría que poco a poco iba ensombreciendose.

Y si tenía que desenmascarar a Aoi frente a todos, pues lo haría.

No dejaría que ese ángel caído acabara con la vida de un ángel inocente.