♡MB♡

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especial

Mirrors

"¿Alguna vez te has sentido realmente cerca de alguien? ¿Tan cerca que no puedes entender por qué tú y la otra persona tienen dos cuerpos separados, y dos pieles separadas?"

-Nancy Garden.


Estaba parado frente al espejo y sus ojos ámbar le devolvían la mirada cansada. La noche anterior no había logrado descansar correctamente y podía ver la zona oscurecida y unas leves bolsas debajo de sus orbes. 

Estaba atando su cabello en media cola de caballo y dejando su largo flequillo de lado. Se observó a él mismo y el deplorable estado en el que se encontraba. Su piel porcelana era tan pálida, que aunque fuese una simple noche sin dormir hacía que las manchas bajo sus ojos resaltaran demasiado y eso solo hacía que se viese algo demacrado. 

Escuchó el tono en su teléfono e inmediatamente supo que Ainosuke había llegado a su casa y probablemente le esperaba afuera, así que tomó su teléfono, su tabla, su mochila y salió apurado a encontrarse con el chico. Estaba oscureciendo, el cielo tenía unos lindos tonos entre el leve anaranjado que aún quedaba del sol y los colores oscuros que anunciaban la noche. 

Una vez estuvo fuera de casa observó al peliazul recargado en la pared, la capucha de su sudadera tapaba su cabello y su mirada estaba baja. Sintió como su corazón dio un vuelco al verlo con la mirada tan perdida. Tuvo que esforzarse muchísimo para no trastabillar al momento de hablar, así que se aclaró la garganta. 

-Hey.- Saludó e inmediatamente el chico frente a él levantó la cabeza y le sonrió ligeramente. 

-Hey.- Replicó el saludo. Sus ojos se conectaron por una pequeña fracción de tiempo, pero le fue suficiente al pelirosa para poner todo su mundo de cabeza y hacerlo imitar la ligera sonrisa que tenía el peliazul.

Comenzaron a caminar juntos. Adam le había comentado que lo quería llevar a que conociese a un grupo de amigos que había encontrado recientemente, ellos también patinaban y pensó que sería una muy buena idea que se juntaran entre todos, eso lo haría más divertido. Kaoru ni siquiera replicó ante la propuesta y terminó aceptando sin cuestionarlo, pues estaba seguro que iba a seguir al peliazul sin importar a donde lo llevase. 

La mayoría del tiempo el peliazul estaba callado, era reservado y se podía decir que hasta tímido, pero aún así, de alguna forma que nadie entendía, lograba atraer a una gran cantidad de gente que se sentía atraída hacia su patinaje y que buscaba llegar a entablar una amistad con el chico de ojos rojos. Por alguna extraña razón Ainosuke era un introvertido con un gran grupo social y cada día había gente que se sumaba.

Kaoru admiraba muchísimo cada detalle del peliazul, desde su forma de patinar hasta su forma de ser, pues a pesar de siempre estar rodeado de tantas personas aún así le dejaba saber al pelirosa lo importante que era para él, nunca lo dejaba atrás. 

Su admiración era tanta que había llegado a desear poder ser su alma gemela y así asegurarse de que iban a estar juntos siempre, pero no había sido posible, pues el peliazul ya tenía su marca, la había conseguido desde que era pequeño, con un amigo de la infancia, según le había contado. 

Pero estaba bien así, con un amor platónico que jamás iba a poder ser correspondido y del cual probablemente jamás se atrevería a hablar en voz alta. Se sentía bien solo teniendo la oportunidad de patinar al lado de una persona tan talentosa como lo era el chico de ojos rojos, cada día poder aprender algo nuevo. Cada día poder escuchar esa voz que le causaba una corriente eléctrica.

SOUL SISTER | LANGA X REKIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora