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Shy away

"Un alma gemela es alguien con quien nos sentimos profundamente conectados, como si la comunicación y la comunión que tienen lugar entre nosotros no fueran producto de esfuerzos intencionales, sino más bien una gracia divina"

-Thomas Moore


La noche anterior había sido un desastre para los dos chicos, los dos habían pasado gran parte de la noche en vela emocionados a la par de preocupados por la cita que tendrían al día siguiente y sin tener la mínima idea de que su alma gemela se encontraba en exactamente las mismas circunstancias. Pero, el día había llegado, así que no tenían tiempo que perder con pensamientos inservibles. 

No habían acordado un lugar al cual iban a ir, así que Reki miraba la enorme pila de ropa sobre su cama preguntándose que era exactamente el tipo de ropa que debía vestir. No quería vestir nada formal, porque era obvio que no harían nada lo suficientemente elegante como tener que usar eso, pero tampoco quería ir demasiado informal. Quería algo que demostrase que se había esforzado en arreglarse, pero que no se había esforzado demasiado... Era tan complicado de entender como de escoger.

Se decantó por un hoodie azul marino, que a pesar de ser el mismo tipo de prenda que usualmente usaba, aún así era un cambio, pues el azul no era un color tan común en su guardarropa. Escogió unos pantalones negros, que a pesar de ser algo que usaba normalmente, parecían irle bien al conjunto. Asintió para si mismo, era un outfit casual y parecía ir bien con cualquiera que fuese el plan para ese día. 

Suspiró ligeramente a la par que se dirigía hacia el baño para tomar una ducha y comenzar a arreglarse.

*N/A: pueden tomar como referencia la imagen de multimedia, pero con ligeros cambios*

Por otro lado, Langa se encontraba en una situación similar, debatiéndose sobre que prendas era prudente usar. Igualmente estaba al tanto de que no harían gran cosa, pero aún así había una mezcla de nerviosismo y emoción marcada en su estómago.

Estaba frente al espejo de su baño, su camiseta arrojada a alguna parte del baño y su pecho descubierto. Se miró por unos segundos, su cabello desprolijo y sus mejillas pintadas con un leve rosa. Observó con cuidado la marca en su clavícula a la par que tocaba todo el texto con sus dedos. Sintió sus manos temblar ligeramente al hacerlo. De verdad que estaba emocionado, expectante por todo lo que podía pasar en ese día.

La gente solía decirle que su cara parecía no expresar ningún tipo de emoción, y él lo sabía, su semblante siempre era serio, pero ahora mismo no podía ocultar la ligera sonrisa que se formaba en sus labios. Sus comisuras levemente levantadas y su estómago hecho un mar de mariposas. Todo esto había pasado demasiado rápido, tanto que realmente no había tenido el tiempo para ponerse a procesar con cuidado la situación.

Después de que su padre murió no había logrado sentirse bien del todo, nunca estando realmente feliz, por eso mismo es que su madre decidió que se mudasen a Japón, pues  tenía la esperanza de que un cambio de ambiente le haría bien a su hijo, pero ninguno de los dos estaba preparado, o si quiera les pasó por la cabeza que todo esto podía ocurrir.

Le llenaba de alegría haber encontrado a su mejor amigo y su alma gemela en la misma persona y en un momento tan oportuno de su vida. La energía de Reki, siempre tan feliz, tan amable, lograba sacarlo de sus pensamientos cuando estos se volvían oscuros o vagaban hacia el triste recuerdo de su padre. Reki parecía siempre estar feliz y disfrutar todas las cosas que lo rodeaban, lo cual Langa admiraba, pues pasar el rato con el pelirrojo era como llenarse de energía, quitarse todo el cansancio y estrés que había sentido durante su día.

Y estaba seguro que todo el mundo notaba eso de Reki, no solamente él por ser su alma gemela, todos las personas a su alrededor parecían olvidar momentáneamente el mundo que les rodea y dejarse llevar por la personalidad despreocupada de Reki. 

El pelirrojo era como el sol que derrite la nieve, el sol que da paso a la primavera haciendo que la nostalgia que provoca el invierno se desvanezca.

Pero realmente no tenía mucho tiempo que perder, a pesar de que podría pensar en las mil cualidades que veía en Reki, debía tomar un baño y prepararse para la cita. 


♡ ♡ ♡ ♡


Se acordaron de ver en el mismo parque donde solían practicar skate, de ahí ambos decidirían cual sería su destino. Reki llegó unos segundos antes, así que mientras esperaba al peliazul se dispuso a prepararse mentalmente para lo que venía. Nunca se había sentido tan nervioso en su vida.

Miraba el reloj constantemente, viendo como los segundos pasaban de manera lenta, torturándolo más mentalmente. Sentía un ligero temblor en sus manos a la par que una sensación instalada en su estómago, que no sabía si eran nervios, emoción o simplemente quería ir al baño. Sacudió la cabeza, con la esperanza de que ese gesto pudiese sacudir todos sus pensamientos.

-¡Reki!-Sintió un ligero toque en  su hombro y eso lo hizo saltar. Como un gato cuando lo asustan, los vellos de su nuca erizados y su corazón acelerado. Giró rápidamente encontrándose con esos ojos azules como el cielo, que lo miraban divertido, con una pequeña sonrisa formándose en sus labios, y por un momento se sintió perdido en el hermoso matiz de colores que había en los ojos de Langa.-¿Te asusté?-Volvió a hablar y eso le sacó de su trance. 

-Estaba distraído, disculpa.-Carraspeó y giró la cabeza sintiendo sus mejillas arder, tanto por la vergüenza de haberse asustado, como por haber pasado más tiempo del esperado perdido en esos orbes azules. 

Se alejó ligeramente y fue cuando pudo ver con detalle a Langa. Encontró divertido el hecho de que la elección de outfits no había sido tan diferente a la suya, pero era definitivamente un cambio significativo, considerando cual era la ropa que usaba diariamente. Actualmente portaba una sudadera naranja y unos jeans azules. Reki lo observó con cuidado, pensando en que realmente ese color contrastaba perfectamente con su piel blanca como la nieve y su cabello claro. Deseaba alagar su outfit, de verdad que quería hacerlo, pero su boca se encontraba seca y su lengua parecía estar atorada en su garganta.

-Me gusta como te ves.-Langa se adelantó, haciendo que el corazón de Reki latiera con todavía más fuerza, latía con tanta fuerza que le asustaba que Langa pudiese escucharlo desde su posición. Reki se aclaró un poco la garganta antes de finalmente poder hablar. 

-Gracias...-Se debatió, pues realmente le costaba expresar las palabras con tanta facilidad.-También me gusta como te ves.-Giró la cabeza sintiendo sus mejillas arder una vez más. Era como si el color en ellas quisiese igualar el color de su cabello. Langa lo miró con una pizca de diversión, pues a pesar de ser tan extrovertido, Reki parecía ser demasiado tímido cuando se trataba de ellos solos. 

Ambos comenzaron a caminar al rededor del parque, juntos, con la suficiente cercanía para que sus hombros se rozaran cada cierto tiempo, pero no lo suficiente para que sus manos se tocaran.

-¿Alguna idea de donde quieres ir?-Habló Langa, sacando una vez más a Reki de sus pensamientos.

-No realmente.-Suspiró el otro chico. Langa secundó el suspiro a la par que algo parecía haberse encendido a su cabeza. Reki volteó a verlo, y casi podía jurar que había estrellas centellando en los ojos del más alto. Antes de si quiera poder preguntar sintió el agarre en su muñeca y langa comenzó a correr. Reki se sintió mareado por la repentina cercanía, pero se centró más en ver al ojiazul correr con una sonrisa en su rostro.

No sabía que estaba planeando, pero algo dentro de él le decía que iba a ser un día largo.



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¿Es este el milagro de la navidad?

Hola, cuanto tiempo, jaja... BUENO, quiero ver si aún hay alguien por aquí, porque quiero terminar esta historia y escribir algunas otras, así que, sí.

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⏰ Última actualización: Dec 30, 2021 ⏰

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SOUL SISTER | LANGA X REKIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora