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diez

TW: violación

Harry / Pasado

Para mi viaje a París empaqué una pequeña bolsa de lona: pasaporte, itinerario, artículos de aseo, calcetines, ropa interior, una chaqueta ligera, dos pantalones de vestir, un par de vaqueros, dos camisas abotonadas, dos camisetas, una rebeca y un traje para el ballet.

Tendría tres días enteros para hacer turismo. Zayn me prestó su cámara DSLR y me enseñó a usarla. "Te ayudaré a editar las imágenes cuando vuelvas. Si sacas alguna buena podemos imprimirla y colgarla en nuestra habitación".

Los bocetos de Zayn colgaban por todas las paredes del dormitorio junto con los pósters de Louis de futbolistas y bailarines. Esperaba poder hacer buenas fotos para tener algo propio que colgar.

Eleanor me prestó una guía con las orejas llenas de tinta, anotada con todos los clubes y bares en los que no necesitaba identificación.

Gigi me prestó uno de sus pañuelos de seda que juraba que todos los hombres de París llevaban.

Louis afirmó que no estaba enfadado conmigo, aunque no había dicho mucho hasta el día del viaje.

"Toma", dijo, dejando caer un par de gemelos de oro en mi palma. "Me los regaló mi abuelo cuando entré en RBS. Deberías ponértelos en el programa".

Los agarré con fuerza. "Te echaré de menos".

"No, no lo harás. Te vas a divertir como nunca".

"Eso no significa que no te vaya a echar de menos".

"Vas a conocer a todo tipo de gente importante. No serás el mismo cuando vuelvas".

"¡Sí lo haré!" No podía imaginar que un viaje de tres días me cambiara tanto y, aunque lo hiciera, seguiría sin cambiar lo que sentía por Louis.

"Cuando Beauchamp se llevó a Hans Faust a París su foto salió en las páginas de sociedad y dejó de hablar con todos sus amigos del colegio".

Bajé la mirada a mis zapatillas de deporte rosadas y a los pantalones caqui que me colgaban de la cintura. "No creo que vaya a salir en las páginas de sociedad pronto. No tienes que preocuparte por eso".

Me despedí de Louis con un abrazo. Apoyó su frente en mi hombro y se quedó sin fuerzas en mis brazos.

Fuera, me encontré con Beauchamp, que me estaba esperando junto con el chófer del colegio.

Louis nos miraba por la ventanilla.

Me despedí con la mano.

***

Sólo había estado en un avión una vez, en un viaje familiar a España. Nunca había viajado solo, ni sin mi madre. Me sentí muy adulto haciendo cola en Heathrow con mi pasaporte. Era responsable de mis propios documentos y equipaje y de todo.

Beauchamp era muy reservado. Mientras estábamos sentados en la puerta de embarque, me compró un sándwich y una revista de informática. Era extraño que hubiera revistas de informática. ¿Acaso la gente no se conecta a Internet para leer sobre ordenadores? Pero Beauchamp existía antes de que se inventaran los ordenadores, así que supongo que tenía sentido para él. Fue muy amable al comprar algo que pensó que podría gustarme.

El vuelo fue corto, pero ya era tarde en París, así que nos dirigimos directamente al apartamento de Beauchamp para pasar la noche.

Todos los edificios de París parecían de postal. Incluso los edificios feos eran bonitos. Quería empezar a hacer fotos enseguida, pero estaba demasiado oscuro.