Flightless Bird || l.s. español

catorce

Harry / Pasado

Nunca nadie me había odiado. Claro que le caía mal a la gente. Algunos niños de la escuela en Cheshire se burlaban de mi pelo. Tenía un primo mayor que pensaba que era bastante molesto. Pero nadie me odiaba, y desde luego no las personas a las que más quería. Resultaba irónico entonces que la persona a la que más quería en todo el mundo fuera la primera que me odiara verdadera y completamente.

Después de mi encuentro con Beauchamp, me salté la sesión de estudio y recorrí el largo y grave camino de vuelta a Jebsen. Intenté encontrar alguna explicación a por qué iba ahora a Kiev en lugar de a Louis. Podía culpar a Beauchamp y decir que había cambiado de opinión. Podía quitarle importancia al viaje y decir que Beauchamp pensaba que Louis era demasiado importante para el espectáculo de invierno como para perderse el ensayo. Después de todo, tenía un solo. Esa era mi mejor opción para no herir sus sentimientos.

Louis no estaba en nuestra habitación cuando volví, pero sí su maleta. Estaba completamente llena.

También había una nota dirigida a mí en el escritorio. Estaba escrita en papelería RBS con los apresurados e irregulares trazos de Louis.

Querido Lysander.

Me fui para entregar mi permiso y pasaporte a Beauchamp. Por si no te veo antes de mi viaje, quería darte las gracias. Anoche estaba tan emocionado que olvidé decirte esto. No estaría donde estoy sin ti. Siempre has creído en mí, incluso cuando yo no creía en mí mismo. ¡Ahora todos mis sueños se están haciendo realidad! No creía que me pudiera pasar algo tan increíble, pero lo mejor que me ha pasado eres tú. Ojalá supieras lo hermoso que eres por dentro y por fuera. Por favor, no seas demasiado duro contigo mismo mientras estoy fuera. Eres mi bailarín favorito, ¿recuerdas?

Te quiero siempre,

Demetrius

Cerré los ojos y arrugué la carta en mi mano.

Entré en el armario y cogí mi bolsa de viaje. Empecé a meter ropa al azar dentro de ella, arrugando mi traje y todas mis camisas buenas. En este viaje no habría guía, ni cámara de fotos, ni un bonito pañuelo, ni unos preciosos gemelos. No me importaba mi aspecto ni lo que viera en Kiev. Quería olvidar el viaje antes de que hubiera empezado.

Miré el reloj de la mesita de noche mientras pasaban los segundos y los minutos. Era sólo cuestión de tiempo que Louis entregara sus documentos a Beauchamp y se enterara de que no iría a Kiev.

Saqué mi pasaporte del escritorio. Esa misma mañana le pedí a mi madre que me enviara por correo electrónico una copia escaneada del permiso. Me dijo que estaba orgullosa de mí. Si conociera mi verdadero yo, no estaría tan orgullosa.

Sabía que Louis se enfadaría. Sabía que podría gritar y chillar. Pensé que estaba preparado para su reacción. No lo estaba.

Estaba haciendo la maleta y mirando por la ventana para ver el coche de Beauchamp cuando Louis entró en la habitación detrás de mí.

Me di la vuelta. Tenía lágrimas en la cara.

Llevaba su permiso en una mano y su pasaporte en la otra. Llevaba el pelo bien peinado hacia un lado y su ropa favorita: un jersey azul y unos pantalones grises con zapatos de charol. A pesar de las lágrimas, nunca le había visto tan guapo. Se había vestido con sus mejores galas para el viaje porque se suponía que era el mejor día de su vida.

"¿Cómo has podido?", se atragantó.

"Beauchamp cambió de opinión", tartamudeé. "Eres demasiado importante para el escaparate de invierno como para...".