CAPÍTULO XII "TODO FUE UN SUEÑO"

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Hinata se levantó de golpe esa madrugada, había tenido un sueño, más bien una pesadilla.

Un mundo sin Neji, era tan gris y trágico como la Hinata que se había mostrado entre sus sueños.

La chica respiro fuertemente y como por arte de magia sintió un brazo jalarla hacia un pecho duro.

Neji estaba ahí con ella, a su lado durmiendo plácidamente como lo venía haciendo desde hace varias noches.

El aire que había estado reteniendo en sus pulmones salió como un suspiro de vida.

Se volteó para quedar frente a Neji quien se veía tan tranquilo durmiendo. ¿Cómo le hacía? Incluso durmiendo se veía majestuoso como un digno Hyuga.

El sueño se le fué esa madrugada y no pudo evitar ver a Neji tan intensamente.

Si en realidad existía esa Hinata de sus sueños... Sentía pena por ella.

Besó donde se encontraba el corazón de Neji quien latía tan calmado, respiró tan profundamente aquel olor tan varonil de su exquisito amante.

-Si sigues haciendo eso no podré controlarme- La voz ronca de Neji se escuchó en la habitación.

-Tal vez y no quiero que lo hagas- Respondió ella.

Las emociones en Hinata estaban a flor de piel, escuchar la voz ronca de Neji siempre le excitaba.

¡Dioses! Solo de escuchar su "Hinata-sama" entre jadeos la hacía llegar al punto donde todo explotaba en una banda de colores vívidos.

Ella misma desató el Obi de su yukata y subió en Neji quien llevó sus manos a la cadera de Hinata.

Blanco contra blanco.

Su mirada no se movió mientras ella usaba sus manos para bajar la segunda piel de su amado y dejarlo expuesto al mismo tiempo que lo hacía con ella misma.

La unión fue lenta y tan deliciosa que Hinata suspiró y observó como Neji fruncia el ceño al encontrarla tan estrecha.

Por qué ahí mismo cantaron el abecedario del amor, porque él era sol y ella hielo. Se derretían cuando se unían.

Sus labios se unieron callando los jadeos de placer que sólo ellos se daban.

Hinata supo que podía experimentar más placer de lo debido sintió su espalda en el colchón y sus piernas colgar en los hombros de Neji.

-Me encantan tus gemidos pero no queremos despertar a alguien, ¿o sí?- Neji habló mientras entraba en ella tan profundamente.

Y Hinata no pudo hacer más que morder su mano, como le hacía Neji para hablar en ese momento.

Se pegó más a él sintiendo la liberación del alma y así fué.

Neji la guió a la culminación donde los dioses no podían llegar y por ello envidiaban a los humanos desde su lecho.

Porque cuando dos almas se unían y llegaban al paraíso carnal era de envidiar igual que ellos dos.

Neji cayó encima de ella aún con una pierna de Hinata en su hombro. Se acomodó mejor en el pecho de Hinata quien se movía tan rápido por la acción pasada.

Los minutos pasaron hasta que Hinata habló.

-Pensé que estabas dormido-

La suave caricia en el cabello castaño hacías que el chico estuviera más dormido que despierto.

-Lo estaba hasta que te sentí mover, ¿un mal sueño?-

-Lo fué, pero solo es eso. Un mal sueño- Habló ella mientras abrazaba a Neji cuál oso.

Entre besos y suspiros      ||FINALIZADA||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora