Vale, sé que esta vez me he demorado demás. Y aunque no quiero excusarme, la realidad es que en este momento se me han juntado muchas cosas. Estoy a puertas de graduarme de la universidad, pero primero debo hacer prácticas por lo que en este momento estoy buscando trabajo. Además, lo que no saben es que soy creadora de contenido digital y en Tik Tok estoy cerca de llegar a los 100,000 seguidores lo que me tiene algo ocupada también.
De todas maneras me excuso y espero no volver a tardar tanto. Igual, si les gustan los capítulos las invito a votar. Eso es aliento para nosotras las escritoras.
Las quiero.
————————————————————Los recién nacidos no eran siempre las criaturas más hermosas; Con su piel muy rústica, sus cachetes hinchados y rojizos, sus pequeñas narices aplastadas y el llanto aberrante cada dos minutos perdían algo de gracia frente a mis ojos. Sin embargo la bebé de Lorelei tenía cierto encanto que me hacía querer estrujarla contra mi pecho durante toda la vida. Se veía tan pequeña, sus manitas eran tan frágiles, su respiración era tan sutil y sus movimientos tan débiles que lo único que me provocaba era una necesidad inmensa de darle todo mi amor.
Llenarla de abrazos y mimos tal vez hasta que creciera un poco más, hasta que sus ojos se abrieran, hasta que pudiese sostener mi mano. No quería perderme ni un solo momento y por primera vez en mi vida, me sentía completamente embelesada por una bebé. Y digo primera vez porque con Samu eso no lo había sentido desde el primer momento, tal vez porque a él en realidad no lo había visto nacer.
—Pero que bien te queda la maternidad Emi— Peter, el novio casi inexistente de Lorelei pues rara vez le vaia, habla desde el costado de la camilla de Lorelei rompiendo mi pequeña burbuja de cristal, haciéndome despegar la vista de la durmiente nena para verle asustada por lo que dice —, Se te ve que te ha caído bien la bebé.
La bebé, sí. Aún no le teníamos nombre.
—Como no me va a caer bien si es mi sobrina, hombre. Además, mírale esos cachetes rosaditos tan hermosos que tiene. Puede que no la hayan planeado, pero por lo menos la hicieron con amor— Veo a su angelical rostro de nuevo en busca de un nuevo deleite y lo consigo, porque sutilmente arruga su naricita en ese preciso momento.
Lorelei refunfuña con algo de debilidad y entre sus ganas de darse una siesta, murmura algo como:—Nunca le vamos a confesar a la bebé que no fue planeada. Eso le traumaría la adolescencia, de seguro.
Río.
—¿Cómo se va a traumar por eso? Ni que la hubieses ofrecido en adopción por no ser planificada.
—No lo se ni quiero averiguarlo Em. No quiero que cuando tenga 16 años me levante la voz y me arme líos con la excusa de "es que tú no me planeaste madre, me odias". Así que no, para todos, la bebé fue más buscada que un juego del tesoro— No tarda en responder seria, sin ningún tinte de andar bromeando y sin poder contenerme vuelvo a reír pero de manera muy decente para no espantar a la niña.
En respuesta, Lorelei me ve inerte y sin expresión amigable en el rostro insiste en que lo que dice va de veras. Así que, para preservar su estabilidad mental la cual estaba demasiado frágil por el momento, termino prometiendo que haré como dice. Aunque no sabía si lo recordaría en 16 años.
—De todas maneras. ¿No les parece que es momento de escoger un nombre para la bebé? Ya está bueno que sigamos llamándola así de feo— Acoto y Peter y Lorelei comparten una mirada preocupada, completamente ajenos a lo que mis palabras le pedían. Sin tener que expresarlo, deduzco lo que piensan —, ¿Aún no tienen nombre para la bebé?
Peter se encoge de hombros avergonzado y por su parte Lorelei corre a defenderse:—Bueno no nos culpes, vinimos a saber el sexo de la bebé un mes antes y a decir verdad yo no soy buena con los nombres, es de familia. ¿Acaso quién se llama Lorelei?
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Amor en hipoteca
RomanceVíspera de navidad. Un mes después de que Noah la dejara plantada en el altar. Un mes con el cual, se ha propuesto olvidar a Noah con el año viejo. Sin embargo, una tragedia los vuelve a unir y ahora el corazón roto de Emilia se ve en peligro de...