Capítulo 10.

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Nuevo capítulo, espero les guste bebés. Las quiero 💛
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—Prométeme que vas a estar bien.

—Voy a estar bien— Desabrocho el cinturón e intento abrir la puerta pero Sean aún no quita el seguro —, Está cerrado.

—Hey, llámame si necesitas algo. ¿Entendido?

—Sí, ahora abre enserio tengo prisa.

—Intenta relajarte, estás muy alterada—

—Sean— Mi tono es implacable y mi mirada aún más. Sin ninguna otra salida deja escapar de entre sus labios un suspiro derrotado y quita el seguro de todas las puertas.

No lo dudo ni siquiera un segundo y sin precaución de los autos en la vía, bajo del vehículo del Sean al tiro subiendo a la acera como si estuviese concursando en una maratón.

Antes de dejarme alejar demasiado Sean baja el vidrio de su auto y me grita—, ¡Envíame un mensaje cuando puedas, aún tengo un árbol en el techo de mi auto que decorar!

—¡Lo haré!— Bato mi mano en su dirección y con el corazón galopando, la respiración acelerada y mis pies frotándose contra el suelo empiezo a trotar veloz a lo largo del sendero de HydePark con mi atención centrada en las personas alrededor de mí, enfocada en buscar la cabellera castaña que delataba a Charlie, sin importarme en realidad el frío gélido que me estaba haciendo doler la sien.

Afortunadamente la caminata en solitario no es larga y al cabo de pocos minutos, su figura recatada sobre unas botas moradas largas que le hacían ver muy estilizada aparece en el panorama, mostrándola hablando por el móvil con Dios sabe quien, muy concentrada y con el ceño fruncido.

—Char— Ni siquiera me deja decir otra sílaba porque antes de permitirme si quiera dejar de caminar levanta su dedo índice y me manda a callar sin perder la atención en su interlocutor.

—Entiendo. ¿Puedes de casualidad acceder a las fechas de entrada al país?— Luce seria, su voz no trae veneno pero su condescendencia la hace parecer mayor. Se notaba que lo que sea que estuviese hablando al teléfono era un tema de cuidado —, Venga, claro que puedes Luis. ¿Dime qué necesitas? ¿Que te haga barras, motivación, dinero?

Se queda en silencio con la boca abierta, espera unos cuantos segundos y al final termina sonriendo triunfante.

—Sabes con quien estás hablando. Hazme llegar esa información cuanto antes y te estaré recompensando, por cada día que tardes será un cero menos Luis así que apura chiquito— Canturrea —, Besitos, adiós.

Cuelga el móvil y me ve —, Que rápida eres señorita Moore.

—Dijiste que era urgente.

—Y lo es— Mira a nuestro alrededor, como si chequeara que nadie estuviese demasiado cerca y tomando mi brazo entre el suyo me obliga a caminar a su costado —, Estuve pensando en lo que hablamos, sobre el esperar a que los policías actuarán y toda esa mierda.

—No parecías muy de acuerdo con mi idea de involucrarnos.

—Porque era una idea estúpida, pero cambié de parecer.

—¿Y se puede saber que te hizo cambiar de parecer?

Mira al horizonte, intentando mantener una cara neutral. Inhala profundamente y sólo entonces frunce el ceño, con vestigios de expectativa en su mirar—, Empiezo a creer que Mike y Noah no eran los únicos objetivos a desaparecer.

Suelta como si nada, en un tono demasiado calmo que me perturba. Apenas dice esa joya, detengo nuestro paso de golpe y me hago frente a ella con la desesperación atragantada en la garganta.

Amor en hipotecaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora