Amor en hipoteca

Capítulo 3.

Nuevo capítulo antes de lo previsto, sólo para reponerles mi tiempo ausente.

El reencuentro de Emilia y Noah está cada vez más cerca. Pero la verdadera pregunta es, ¿Será ese un reencuentro o sólo una despedida definitiva?

Déjenme sus comentarios con sus teorías, siempre es hermoso leerlas. Me motiva a seguir escribiendo.

Espero les guste el capítulo, píquenle a la estrellita si les gustó.

Las quiero, torigb.

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Detrás de un muro, sosteniéndome el pecho entre las manos, con el oxígeno lacerándome la garganta de lo pesado que se ha puesto y los ojos a punto de caérseme de las cuencas de tanto que he llorado, escucho entre murmullos como la madre de Mike se rompe en mil pedazos y se desvanece mientras Sean, titular del caso, le da la noticia con la voz baja, los hombros caídos y una penumbra en su tono que no podía ocultar por más de que intentase mantenerse profesional.

—La contusión en su cabeza por el accidente generó que la presión intracraneal aumentara. Con la intervención quirúrgica hicimos todo lo posible por liberar la mayor parte de esa presión pero lastimosamente la inflamación fue demasiada y las lesiones en su cabeza provocaron que sus órganos dejasen de recibir órdenes necrológicas, por lo que entró en paro cardio respiratorio— Lo narra reviviendo cada imagen oscura dentro de mi cabeza, haciéndome sollozar contra la manga de mi blusa que ya estaba empapada por un mar de lagrimas que no lograba detener —, Hicimos lo que estuvo en nuestro alcance, lo reanimamos, pero lastimosamente estuvo mucho tiempo en paro y eso inhibió aún más la reactivada de su cerebro lesionado, por lo que cayó en estado de coma.

Las probabilidades de supervivencia de Michael en este momento eran demasiado bajas. En palabras de Sean, Mike simplemente estaba dando sus últimos esfuerzos por permanecer vivo pero con la gravedad de su daño cerebral, era casi imposible que se revirtiera el estado de coma y que quedase intacto sin secuelas, sí es que alguna vez regresaba.

—Lo único que nos queda hacer por ahora es esperar que su cuerpo sane por sí mismo. Lo mantendremos cómodo, le daremos lo mejor de nuestros cuidados y lo mantendremos monitoreado para divisar cualquier posible mejora dentro de los siguientes días.

Intenta sonar alentador pero de ninguna manera su diagnóstico acarrea esperanza. Yo con mis mismos ojos había visto como la vida de Mike se le escapaba de entre los labios y ahora dentro de su suelo profundo, su rostro lucía demasiado apacible.

Como si él simplemente ya no estuviese aquí.

—Si desean, pueden entrar a verle. Estoy seguro de que él será consciente de que le están acompañando y eso lo puede ayudar en su proceso. Sí les parece bien, claro está.

—Claro que nos parece, doctor. Lévenos con nuestro hijo por favor— Su padre es quien responde pues su madre no ha dejado de llorar ni un segundo. Con un asentimiento y la voz igual de suave, Sean concuerda y escucho por el costado sus pasos hasta dentro de la habitación de Mike en donde se pierden.

Segundos después, un par de zapatos salen de la habitación y sin perdida van directo hacia mí, deteniéndose en frente. Acorralándome detrás de la columna en la que había estado escondida.

Al ver mi estado, su ceño se alza y su boca se abre lentamente buscando darme consuelo sin embargo dubitativo no logra decir nada y un un exhalo de agotamiento, pone su mano sobre mi hombro.

—Sé que no es pertinente decir que te calmes, pero te puedes enfermar si sigues llorando de esa manera Emilia. Y Lorelei, y la bebé aún te necesitan.