Preliminares Capítulo 5: El peluche

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                                                Capítulo 5

                                              EL PELUCHE

 

Una vez, las estúpidas conjeturas de sus padres se vieron fundidos entre la maraña de pensamientos de Alex, él se acostó nuevamente. Dejó las muletas afianzadas a la puerta y se tumbó en la cama, que susurró un leve chillido. Saco su teléfono. Estaba algo encabronado. ¿Con quién? Con todos. Con el recepcionista, Luis. Con Rose. Con su hermana, Andrea. Con sus padres. Con… Camila, sí, incluso con ella. Y para poner la cerecita sobre el pastel. Rose aún no respondía. No entendía por qué ella parecía odiarlo. Había aceptado ser su novia, ¿verdad? Entonces ¿por qué? En momentos como ésos olvidaba por qué la quería. Pero… Estiró el brazo y sacó de la cajonera, continua a su cama, un polvoriento y algo sucio peluche rosa. Un oso que parecía un Lotso (¿Con quién había visto esa película? No lo recordaba. A lo mejor fue con Rose. Su memoria no era la mejor… qué se le va a hacer) Con una nariz grande de color violeta oscuro y unos ojos grandes que se movían al compás del muñeco. Ella se lo había dado… Tal vez… probablemente.

«No. Sí, sí fue ella», pensó Alex, entrecerrando los ojos.

No la quería por lo bella que era, por el bien logrado tatuaje de mariposa que tenía en el vientre, por su hermoso cabello negro, por sus ojos tan claros y acuosos como una noche estrellada, o por su pastosa voz, digna de un barítono. No, no la amaba por eso. La adoraba porque no importaba que tan empecinado y soberbio fuera él. No importaba qué compulsivo e irascible llegara a ser. Ella siempre estaría con él. Tendiéndole la mano. Dándole un osito.    

No hizo nada especial el resto de la tarde. En la noche, desde el cuarto de su hermana se escuchaba el ruido de «Welcome to the jungle» lo que hizo alegre a Alex.

«¿No que se habían ido, Luis? ¿No que se habían ido?»

No los había visto al cenar. Pero la música estaba por algo, ¿verdad?

Finalmente le ganó el sueño, y durmió abrazando al peluche de felpa que le había dado Rose. 

Hola AlexDonde viven las historias. Descúbrelo ahora