Para colmo de males, los días siguientes a la fiesta de cumpleaños de Harry fueron inusualmente hermosos en cuanto al clima y extremadamente cálidos. No es que Renata fuera consciente de ello porque todavía no había salido del piso de Adelmo desde el incidente. Encerrada en su antigua habitación, donde solía quedarse, pasaba la mayor parte del día en la cama, a menos que dejara salir a Enzo para usar el baño o si se levantaba para ducharse o algo por el estilo. A Adelmo le costaba llegar a ella para comer y prácticamente la obligaba a comer delante de él cuando estaba en casa para asegurarse de que comía.
No hablaba mucho, no sonreía en absoluto, parecía absolutamente miserable y Adelmo podía decir que había estado llorando bastante porque sus ojos siempre aparecían rojos, hinchados e irritados. Enzo también se negaba a dejar de acompañarla, la seguía de habitación en habitación y se echaba encima de ella siempre que estaba quieta. Intentó animar a la "vieja" Renata a salir a flote trayéndole todos sus juguetes, con la esperanza de que jugara con él, pero ella se dedicaba a tirar un juguete lejos de ella y ahí se acababa todo.
Sirius pasaba por allí, pero normalmente no se quedaba mucho tiempo, ya que normalmente intentaba convencer a Adelmo de que dejara a James acercarse a hablar con Renata, pero Adelmo seguía negándose, no creyendo que fuera apropiado. Aunque James no quisiera decir lo que dijo, no significaba que no hiriera los sentimientos de Renata y le había causado bastante dolor. Lo suficiente como para que se menospreciara constantemente cada vez que Adelmo la hacía hablar con él. Se menospreciaba a sí misma, afirmando que su madre tenía razón y que ella no era más que una tonta. Se condenaba a sí misma por no ser capaz de mantener una relación profesional adecuada y suponía que éste era su castigo por permitir que sus sentimientos se involucraran.
Recordando cuando se dijo a sí misma que no debía actuar en función de sus atracciones hacia su jefe, Renata siguió regañándose en privado. No importaba lo que Adelmo o incluso dijera para intentar animarla, simplemente no estaba de humor. Y lo peor de todo era que quería volver.
Quería volver y estar ahí para Harry cuando se despertara por la mañana, pasar tiempo con él durante el día y estar ahí en todo lo que necesitara. Le había prometido en su pequeña carta de cumpleaños que siempre estaría allí, pero parecía que ya estaba faltando a su palabra. Dejar a Harry disgustado en el piso, era lo último que quería hacer, pero Adelmo no creía que fuera buena idea que volviera.
Sirius juraba hasta la saciedad que James estaba más que arrepentido y Renata le creía porque sabía que lo estaba, pero al mismo tiempo, no sabía si James estaba arrepentido porque no lo decía en serio o porque no quería expresar lo que realmente pensaba de una forma tan dura. En cualquier caso, por mucho que supiera que James lo sentía, no podía enfrentarse a él todavía. E incluso si le pedía disculpas, no podía volver atrás porque probablemente eso sólo confundiría más a Harry.
A Renata le parecía tan complicado que no sabía qué hacer y la sensación de pérdida le dejaba un dolor de cabeza cada vez que pensaba en ello.