Alma Rota (Yoongi ~ Suga)

Me ama?

Suga se levantó. Puedo entender que me odie. Me hice bolita en mi lugar y lloré.
Cuando de repente sentí sus brazos. Él me cargó y me llevó a la cama. Me recostó ahí. Apagó las luces. Y se acostó a mi lado. Me abrazó con fuerza. Sentí su dolor. Me trajo a su pecho. Y escondí mi rostro en su cuello. Las lágrimas dejaron de salir en cuento sentí su aroma.

-Escuchame muy bien mi Omega. Me duele tanto no haberte encontrado antes y protegerte. Ahora siento que podría desgarrarles el cuello a esos hijos de puta que se atrevieron a tocarte. Pero tu eres mi Omega. Eres todo lo que quiero en esta vida. No eres basura. Ellos rompieron tu alma, pero yo te entrego la mía, acá, en este momento, te ofrezco mi vida para sanarte. Jamás vas a volver a estar sola. Porque te amo.

Yo seguía escondida en su cuello. Pero estaba atónita. Él me amaba. A pesar de todo. Él me amaba. No podía creerlo. Era un sueño. Tantos años de sufrimiento, y al fin me sentía feliz. Al fin sentí mi corazón latir de nuevo. Lo abracé fuerte. Y lamí su cuello. Él soltó un gemido junto con un gruñido. Y fue suficiente para que el supresor perdiera efecto. Mi cuerpo se calentó.

Necesitaba que el quitara todo ese dolor. Necesitaba que quitara la suciedad, los maltratos, necesitaba a mi Alfa.

-Su...Suga...-

-Yu.. dime Yoongi. Suga es mi apodo de rapero. Dijo mientras me besaba el cuello.

-Yoon...... Alfa...... hazme tuya...- Solté como en un suspiro. Estaba perdida en su aroma. Me adormecia, me mareaba. Me excitaba.

Yoongi estaba extaciado. Mi petición lo volvió loco. Empezó a besarme con deseo. Mientras se giraba para quedar encima mío.

No voy a mentir. Estaba aterrada. Pero tenerlo a él basándome, tocándome, amándome, me hacía sentir tranquila, segura, amada. Feliz. Y muy excitada. Mi celo de repente se intensificó. Nunca tuve un celo normal, pues los reprimía tanto que al final dejó de aparecer. Y hoy. Al liberarlo completamente, era tan intenso. Dolía. Dolía mucho. Mi cuerpo deseaba a su Alfa.
Cuando Yoongi comenzó a mordisquear mi cuello bajando hacia mis pechos aún con mi ropa puesta, chupando mis botones rosados, que tenian un bonito piercing, exploté. Solté un gemido tan fuerte que sentí a mi Alfa sonreír. Comencé a lubricar. Tanto que corría por mis piernas. Nunca me había sentido así. Lo quería ya. Quería tenerlo adentro mío ahora.

En un par de movimientos comencé a sacarme la ropa pero sin quitar mis ojos de los suyos. Es como si al dejar de vernos pasaría algo malo. Él hizo lo mismo.

Y ahí estabamos los dos. Desnudos. Él encima mío. Mirándonos fijamente. Sin movermos. En silencio, las palabras sobraban. Es como si ambos quisiéramos guardar ese momento para siempre. Hasta que miró mis labios y me besó.. después de un par de caricias sentí que acercó su miembro a mi entrada. Ya no aguantaba. Lo deseaba. Lo amaba. Era completamente suya.

Despacio entro en mí, yo curve mi espalda tirando mi cabeza hacía atrás. Tan grande, tan caliente, me sentía llena. Empezó a moverse suave pero profundo. Nos besabamos con desesperación. Podía sentir como mi cuerpo respondía a cada estímulo. Estaba perdida en él, mi Alfa hacía que perdiera la cordura. Se movía cada vez más rápido y sus estocadas fueron más fuertes. Sentí mi orgasmo llegar, tuve espasmos tan intensos, e hice un puchero mientras gemía de placer, mis piernas temblaban y sentí como gruñó cuando apreté su miembro durante mi orgasmo. Ya no podía más, era demasiado intenso y largo, él seguía aumentando la fuerza, y sentí como su orgasmo llego, su nudo comenzó a hincharse, yo mostré mi cuello y sentí sus colmillos clavarse en mí.

Él me marcó. El lazo estaba hecho.

Las emociones se volvieron una. Pude percibir que se sentía igual que yo. Él realmente me amaba. A pesar de todo me amaba. Me largué a llorar. Lágrimas de felicidad. Nunca las había sentido.
Aún con la respiración agitada, lamió la sangre que salía de mi herida, y me miró secando mis lágrimas con tiernos besos. Cuando el nudo se desinflamó, se recostó a mi lado, abrazandome.

-Hoy soy el Alfa más feliz del universo. Te amo.

No dije nada. Él sabía que yo me sentía igual. Me giré y me quedé dormida.