Dimitri

Capitulo 1

He soñado tanto contigo

He soñado tanto contigo que pierdo mi realidad.

¿Aún es tiempo de alcanzar ese cuerpo vivo y de besar en esa boca, el nacimiento de la voz amada?

He soñado tanto contigo que mis brazos acostumbrados estan, de tanto estrechar tu sombra, al cruzarse sobre mi pecho que quizá no se adaptarían al contorno de tu cuerpo real. Quizá.

He soñado tanto contigo, caminando tanto, hablando solo, me he acostado tantas veces con tu fantasma aún lado, pues ya no me queda nada más.
He soñado tanto contigo

He soñado tanto contigo que pierdo mi realidad.

¿Aún es tiempo de alcanzar ese cuerpo vivo y de besar en esa boca, el nacimiento de la voz amada?

He soñado tanto contigo que mis brazos acostumbrados estan, de tanto estrechar tu sombra, al cruzarse sobre mi pecho que quizá no se adaptarían al contorno de tu cuerpo real. Quizá.

He soñado tanto contigo, caminando tanto, hablando solo, me he acostado tantas veces con tu fantasma aún lado, pues ya no me queda nada más.

Fragmento del poema: He soñado tanto contigo.
Robert Desnos

Dimitri se había hundido en una profunda soledad, siendo consumido por su culpa y una fuerte aberración hacía su persona. Recriminadose día a día su debilidad y falta de madurez. ¿Por qué no le había contado a Elisa, desde un principio quien había sido esa mujer en su vida? ¿Por qué le había ocultado la verdad? Incluso llegandole a mentir.

Elisa había sido un trago de agua fresca para él, llena de vida, de fuerza, de seguridad. No había querido perderla, nunca había sido su intención lastimarla, pero bien dicen; el mundo está lleno de buenas intenciones.

La había perdido por estúpido, por imbécil. Desde que ella se fue no ha dejado de repetirselo.

—Se ha ido está mañana... —comentó su amigo con tono de reproche.

—¿A, sí? ¿Y que quieres que sienta? ¿Tristeza, dolor, agonía? — soltó Dimitri con ironía.

—Me dijo que no te preocuparas más, que ya no volvería a molestarte. —El aludido, rio sarcásticamente.

—¿Y yo soy el malo ahora? —dijo mientras tiraba a una bolsa un poco de basura que había sobre la encimera.

—Ella solo vino a arreglar todo contigo, quería volver a tu lado. Es humana, tenía derecho a equivocarse, a parte fue algo que pasó ya hace tantos años.

—¡Me engaño con Pietro! Mi mejor amigo, ¡ambos se burlaron de mi! ¡Durante dos meses se acostaron en mis propias narices, en nuestro cuarto, sobre nuestras sábanas!

—¡Pero ni siquiera le diste la oportunidad de explicarte!

—¿Eso te dijo ella? ¿Que te dijo? ¿Que yo la orillé, que la deje sola, que me encerré en mi mismo? ¡No fue así! Estuve ahí, yo seque sus lágrimas, lloré con ella. No tenía motivos para engañarme. —Su voz estaba cargada de cansancio, no quería tener la misma plática otra vez. Su amigo elevó las manos con derrota.

—Vale. Las cosas ya están hechas, ya no importa quien haya sido... —Dimitri se giró para mirarlo con suspicacia. ¿De verdad no importaba que lo hubiera engañado?