Educación

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Dedicado a Davosstark

Después de haber pasado una semana de la terrible fiesta de presentación, Chuya entraba en un dilema moral con Kunikida que ya tenían un chat que más parecía grupo de mamás de colegio en donde pensaban en cómo dar la «plática».

Esa conversación sobre la educación sexual que debieron dar hace mucho, no solo sobre métodos, también sobre temas y medidas para no salir herido en más de un sentido, era mejor enfrentar la situación pero no tenían idea de cómo hacerlo ahora que estaban seguros de que pondrían en práctica todos esos conocimientos, si tan solo Dazai hiciera su trabajo, sinceramente no tenía muchas cosas que hacer en relación a la crianza de esos dos pero darles esa plática era de lo más importante de sus funciones y sinceramente parecía que había nacido para hacer el trabajo ya que prácticaba cada día de la semana aunque también el necesitaba una conversación sobre el tema.

Aquel día reunidos por primera vez en la cafetería de la agencia mientras Dazai iba con Atsushi a un trabajo y Akutagawa era vigilado celosamente por Higuchi decidieron ir a ponerse de acuerdo con la situación actual,— ¿Qué hacemos? — fue la pregunta de Chuya mientras veía con odio el café que le dieron, ¿Por qué no ir a un bar? Sinceramente sentía que sobrio jamás podría hacer nada de lo que se proponía con esa conversación,— Debemos tomar esto con toda la seriedad del mundo, ir por separado y hablar del tema —.

— ¿Pero como haremos eso sin que salgan corriendo? Una vez intenté hablar de ello y el muy tarado uso Rashomon para abrir una puerta y bajar nueve pisos por la pared como si fuera el maldito hombre araña — se quejó Nakahara, ya antes había planeado todo, tenía muñecos y accesorios que ayudarían a una mejor representación sobre el tema pero el muchacho salió corriendo,— ¿Y tú crees que yo no lo he intentado? De alguna forma logró desviar la conversión a Tanizaki y Naomi — Kunikida tampoco supo porque Atsushi no quiso ser parte de la conversación, tenía dispositivas y todo pero de alguna forma terminó regañando a los dos hermanos Tanizaki sobre su comportamiento mientras Nakajima salía corriendo como si no hubiera un mañana,— Debemos pensar, en un libro sobre cómo hablar de sexo con tus hijos decía que el padre que tuviera más comunicación y se mostrará más abierto al tema debería hacerlo pero... — en ese momento detuvo la frase mientras se imaginaba dejando la mayor responsabilidad al inútil de su compañero, ya podía ver la cantidad de desinformación que saldría de su boca,— Ya se a que te refieres pero ¿Qué opción tenemos? Con nosotros no quieren hablar —.

La discusión pudo seguir durante más tiempo hasta que Dazai llegó con Atsushi,— Solo queda esa opción — se dijeron antes de levantarse para ir contra el suicida que se entretenía con su nueva propuesta para el suicidio.

— Hola bella dama, le gustaría cometer... — no termino ni de hablar cuando fue jalado por el cuello de la camisa,— Dazai vamos a hablar — ordenó Doppo mientras Nakahara lo llevaba a rastras, poco era lo que sabía Osamu sobre que planeaban ellos pero si sus dos esposas... Digo compañeros querían hablar con él, lo mejor sería huir pero desgraciadamente con ellos dos juntos era poco probable desaparecer como si nada, eran mejor que un perro, separados no había mucho que pudieran hacer contra Osamu Dazai pero juntos hasta podían hacerlo llegar temprano al trabajo.

En la sala de interrogatorios casi alrededor de las ocho de la noche tenían una discusión enorme con Dazai que sinceramente no entendía nada.

El plan era simple, darle los por mayores de la plática y luego con un auricular decirle que debía decir en ciertas situaciones, la parte uno fue sencilla pero cuando llegó el momento de hacer la práctica sobre los temas Dazai era un imbécil, ¿Cómo el ejecutivo más joven de la mafia no podía entender cómo funcionaba la pastilla anticonceptiva? ¿Acaso tenía vendajes en el cerebro?.

Historias de mis hijosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora