Drag Me to Darkness [Josh Hutcherson]

Capítulo 027 parte I.

Las rosas azules colgaban de mis manos, me había tomado toda la tarde pintar la docena de rosas de azúl, el color favorito de Ann.

Estaba frente a la puerta de entrada de su casa. Pero no me dignaba a tocar la puerta, había entrado y salido miles de veces por aquélla puerta pero está vez era diferente, no podía tocar. La fiesta de graduación comenzaba en veinte minutos y aún no podía tocar la puerta.

Inhale aire y toqué reteniendo el aire que había tomado. A los minutos Dominick apareció por la puerta mirándome de pies a cabeza.

—Pasa Josh, Annet no tarda en bajar— se hizo a un lado dejándome pasar para luego cerrar la puerta tras de mi.

Caminé al salón, Dominick pasó por mi lado sentándose en uno de los sofas. Imité su gestó sentándome en el sofá de lado, quedando frente a él. Dejé las rosas a un lado mientras esperaba.

—¿Quieres algo de beber?— preguntó Dominick, negué.

—No gracias— el asintió.

—Y, Josh ,¿Cómo está tu familia?— dijo mirándome.

— Están bien, mi padre trabajando como siempre, al igual que mi madre— el asintió.

—¿Y tu hermanó?— preguntó.

—Ahora salé más por las noches, ya está de vacaciones — contesté.

Unas pisadas se escuchaban en el segundó piso.

—¡Annet! ¡Hutcherson te espera!— gritó Dominick, a lo lejos se escuchó un «Ya voy» por parte de Ann. Dominick negó con la cabeza y bufo —Mujeres...— reí ante su gestó —Dime, Josh, pasando a un tema más serió ¿Que opinas del plan que discutimos en la reunión?.

—Encuentro que es un plan, bien elaborado. Llevarlo a cabo será todo un retó— el sonrió de lado. Se escucharon unos pasos en la escalera.

—Claro que lo será— Dominick se levantó, imité su gestó tomando las rosas y caminando a las escalera.

Annet bajaba por está, quedé estupefacto al verla. Llevaba su pelo suelto en pequeñas ondas, un poco rizado de igual forma lo hacia ver largo. Un vestido que....resaltaba su figura, era sin mangas llevando en el pecho pequeñas lentejuelas de color morado deteniéndose en su cintura dónde una cinta negra con un pequeño lazó se ceñia a su cuerpo dando pasó a una falda negra con pequeñas ondas que le llegaba un poco más arriba de la mitad del muslo y sus piernas.... ¡Ah! Sus infinitas piernas se veían extremadamente largas, terminando en unos zapatos negros cerrados.

hermosa

Ann se había quedado a la mitad de la escalera mirándome, observándome como yo a ella. Una sonrisa se escapó de mis labios.

—Te ves hermosa...— susurré a lo bajó, me correspondió con una sonrisa siguiendo su caminó hasta llegar a mi lado.

—No te quedas atrás....— llevó sus manos a mi corbata arreglándola. Tomé sus manos entrelazándolas por atrás de mi cuello, acercándola a mi hasta que nuestro labios se tocaron, un roce, al segundo un carraspeo a nuetro lado nos llevó a ver a Dominick mirándonos con una ceja alzada.

—Sin cariñitos en mi casa— nos dijo serio, Ann rodó los ojos. Me acorde de las flores, vi mis manos y el ramo estaba tirado en el suelo, se me debió haber caído.

—Para ti— recogí las flores entregándosela, ella abrió los ojos sorprendida.

—Son azules... ¡Y son reales!— dijo tocándolas, saltó a mis brazos dándome un abrazó —Estan hermosas.