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Una camioneta negra derrapo sobre el asfalto de la plaza comercial y seguido de esto un chico de cabello castaño bajo de ella corriendo hacia la entrada, con otro chico corriendo detrás de él.
—Dijo que iría a él área de comida— Derek empujó a él doctor Reid hacia el lado izquierdo de la plaza donde estaba seguro se encontraba su amiga.
Spencer corrió lo más rápido que sus largas piernas le permitían y se asomo por el barandal de metal que daba una clara vista a él área de comidas, pasó su mirada por cada mesa buscando a la chica por la cual estaba ahí, y la divisó sentada frente a una cabellera azabache y con una enorme sonrisa dibujada en la cara, seguramente por algo que el chico había dicho.
—ve por ella— exclamó su amigo dirigiendolo a las escaleras mecánicas
—Derek, su lenguaje corporal indica que se encuentra cómoda con el—
—hey niño, ella estará mejor contigo que con cualquier persona en la tierra ¿Okey?— dijo a modo de regaño mientras las escaleras bajo sus pies los hacían bajar
—Pero Derek... — el chico se quedó congelado cuando alcanzó a ver desde donde estaba como el chico de la mesa tomaba a la chica por las mejillas y la atraia suavemente hacia el, quedándose en esa posición por un buen tiempo.
Quedó estático en la bajada de las escaleras, las personas de atrás chocaron con el, y su amigo lo jalo para que dejara de impedir el paso.
Los dos individuos que estaban en la mesa se separaron con enormes sonrisas plasmadas en los rostros, y cuando el paso un mechón de cabello de ella detrás de su oreja, el genio supo que había perdido.
Los enamorados se levantaron de la mesa y caminaron tomados de la mano a la salida de la plaza, el chico los siguió unos metros detras y cuando salieron por la enorme puerta de vidrio el doctor se derrumbo en la jardinera con la mirada clavada en el suelo.
—Reid, lo lamento mucho— comenzó a hablar su amigo, Spencer negó lentamente relamiendo sus labios
—ella está bien, así que no hay nada que lamentar— dijo levantando la mirada —Derek ella está bien—
—pero no contigo— hablo como si leyera la mente de Reid
—Ella dijo que se sentía atraída hacia mí, y yo no dije nada, la deje ahí, no supe que decir, y me fui, ella se quedó ahí sola, pensando que la había rechazado— las lágrimas se formaban en sus ojos
—no es tu culpa—
—estoy enamorado de ella desde que la conocí, dijiste que se lo dijera, y no pude hacerlo, ella solo necesitaba oírlo, solo tenía que decir eso— Morgan posicionó una mano sobre el hombro de el genio intentando encontrar las palabras para darle animos —¿los viste? Ellos están felices—
Derek asintió sin saber si era bueno admitirlo o si debería haber negado