Capítulo Uno

4.5K 328 39
                                    

No olviden pasar por la historia original que lleva el mismo nombre.
El perfil es LYSDijoElRM


NOTA: Como les había dicho habría cambios en esta historia, espero les guste

🟡🟢🟡🟢🟡🟢🟡🟢🟡🟢🟡🟢

GULF

La conozco desde que tengo
memoria, nuestras madres
fueron mejores amigas y así
también fuimos nosotros.

Hacíamos todo juntos y
pasábamos mucho tiempo
juntos también.

En algún momento, mis
sentimientos de amistad y
camaradería se torcieron y
cambiaron de forma abrupta.

Dejé de verla como una amiga y eso me asustó.

Durante el año siguiente a
mi descubrimiento, traté de
ignorar lo que mi corazon
anhelaba: confesarme y
decirle cuánto me gustaba.

—¡Gulfininie! –me tensé cuando ella colocó su brazo al rededor de mis hombros y me atrajo a su cuerpo para caminar a mi lado. —No me esperaste hoy, tramposin.

—Dijiste que no ibas a ir... –
miré hacia otro lado, tenía
que ponerse tan cerca? —Hace calor, aléjate un poco. –la empujé suave con mi hombro.

—Cambié de opinión a último
momento, peque. –sacudió
mis cabellos, alejándose.

—Por qué?

—Por ti

—Por mí? –Detuve mi paso,
a qué se refería?

Ella se cruzó de brazos y
volteó a verme —Crees que
no lo sé? –Sonrióde lado.

¿Saber? Saber? ¿Saber qué?

—N-No sé a qué te refieres. –
me aferré a las correas de mi
mochila y seguí mi camino.

—Aom, tu compañera –me
siguió.

—Qué hay con ella?

—Te ha estado dejando notas,
ya me enteré.

Me volví rojo y la miré,
deteniendo mi paso de nuevo.

Se refería a las notas que Aom dejaba en mi casillero
hacía una semana, donde
básicamente decía que yo le
gustaba. Notas que le había
estado ocultando.

—Cómo te enteraste?

—Verás, yo estaba hace un momento en mi cama, decidida a tener mi fin de semana largo, hasta que me envió un mensaje diciéndome que hoy se te confesaría, que lo había planeado durante mucho tiempo y que por favor te dejara solo por un momento para que ella pudiera hacerlo. –se puso frente a mí y colocó sus manos sobre mis hombros. Temblé. —Gulfininie, no pienso dejarte solo con esa aprovechada.

—A-Aprovechada?

—Obviamente lo único que
busca es quitarte la inocencia.

—¿Eh?

—Ya sabes, aprovecharse de
tú pequeño cuerpito.

—¡¡Yaya!! –la aparté
totalmente avergonzado —Aom no es así, ella es una
buena chica. –Me crucé de
brazos —Puedo solo con esto,
no hace falta que hagas acto
de presencia para que yo la
rechace.

Sonrió ampliamente. —¿La vas a rechazar? ¡Eso es genial, entonces! –empezó a
caminar.

—¡Alto! –corrí a su lado —¿Eso te alegra?

—Obviamente, dah.

—¿Por? –la retuve tirando de su brazo. Un esperanza
naciendo en mí, tal vez no era el único que se sentía así, tal vez ella siente lo mismo, quizá también sus sentimientos han cambiado.

—¿No es obvio? –sujetó mis
mejillas entre sus manos —No me gustaría que mi pequeño Gulfininie terminara con una depravada como esa. Aún
eres un niño para mí. –me
soltó y siguió caminando hacia la entrada del colegio, donde más chicos comenzabana amontonarse.

Aún eres un niño para mí.
Aún eres un niño para mí.
Aun eres un niño para mí
Aún eres un niño para mi.
Aun eres un niñto para mí.
Aún eres un niño para mí
Aún...
Niño...
Para ti..

Esto no podía ser, ya no podía soportar más, ¡qué locura!

Yo pensando en ella por
incontables noches de manera romántica y sólo me
considera un niño?

Cerré mis manos en puños
y agaché mi cabeza, esto se
acabó.

No podía esperar un día más,
no podía seguir siendo su niño un día más.

“Mírame, Yaya, soy un hombre, un hombre de 16 años, pero hombre al fin. Mis
sentimientos son reales y
también mis intenciones, no
son juegos del niño que ves en mí.”

Sin más, corrí hacia ella.
Sólo te pido una cosa, phi, sólo una cuando me confiese:
“por favor, no veas sólo a un
niño atrapado entre sueños
y fantasía, por favor, veme
como alguien tratando de
alzan a quien ama”.

Así fue que atravesé a todos
esos estudiantes, sujeté su
brazo, y aún con la mirada
gacha, me confesé sin esperar
un segundo.

—¡Me gustas!

Me quedé un momento
estático, esperando por una
respuesta. Ya no importaba si
me había puesto en verguenza frente a todos esos estudiantes.

No importaba, porque al fin
me había sacado un gran peso de encima.

—¿Eh? Y tú quién eres?

Tragué duro... Esa no es
precisamente la voz de Yaya, o de una mujer en sí.

Alcé mi cabeza y esa no era
precisamente la voz de Yaya, pues, porque no era Yaya.

Había capturado al sujeto
equivocado.

Mi vista se amplió, Yaya estaba a unos pasos más adelante y me miraba totalmente sorprendida, al igual que todos a nuestro alrededor.

Fue inevitable, sentí tantos
nervios, que caí al suelo
desmayado.

¿HETEROSEXUAL? MEWGULF ADAPTACIÓN FINALIZADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora