Viaje Entre Mis Realidades

El pueblo

Luego de desayunar salimos rumbo al pueblo, pasamos sobre arroyos pequeños campos, paso un rato y seguíamos caminando, aquí no sé si ya se dieron cuenta pero ya no estamos en la misma realidad de hace tres dias, si no, estamos en una realidad como medieval pero con la ciencia moderna; llegamos al pueblo, antes de llegar a la casa de la física nos topamos con un mendigo.

Mendigo
–Disculpen, ¿Me podrían dar algo para comer?

Ema
– Claro, no hay problema, Fernanda pásame uno de los panes que hay en la cesta por favor

Fernanda
–Aquí está

Ema
– Tome

Mendigo
–Se los agradezco, a cambio les contaré una cosa que escuche. Escuche a unos hombres que dicen ser de una agencia universal y que van detrás de 6 chicos que viajan entre mundos, eso es una tontería, pensé que les interesaría.

Jonathan
–¿Como eran?

Mendigo
–Eran altos e iban vestidos de color azul con Violeta

Fernanda
–...

Ema
–Muy bien, sigamos

Lo que dijo ese mendigo me dejó preguntas como, ¿Quienes son? ¿De donde vienen? ¿Nos están buscando a nosotros? Y ¿Porqué? Esas y muchas más preguntas se formulában en mi cabeza, seguro esas respuestas se van a aclarar en el futuro. Al cabo de un rato llegamos a la casa de la física, tocamos y tal fue la sorpresa cuando nos abrieron.

Mientras tanto Danny y los demás:

Danny
–Annette despierta

Annette
–¿Que querés? No miras que estoy durmiendo

Danny
–¿No se te hace raro que no estén Jonathan, Fernanda ni María?

Annette
–Si es cierto, no estan, eh espera un momento eso significa que... ¿Estamos solos? Ni se te ocurra hacer algo

Danny
–¿¡Eh!? Yo no haría nada de eso. Además Mario tampoco está

Annette
–¿No será que esos dos están en el patio?

Danny
–Velos por la ventana

Annette
–Si, ahí están, se me hace raro que se parezcan mucho, solo que uno en en mujer y el otro en hombre

Danny
–Si, hablando de eso vamos a buscar a los otro dos

Annette
–No, escuche que iban a salir con Ema mejor aprovechemos el tiempo para hablar más

Danny
–Muy bien

[En eso Mario y María están hablando en el patio]

Mario
–Asi que tú eres María

María
–Si, pero ¿No se te hace raro que seamos muy parecidos?

Mario
–si, tenemos el mismo color de piel, la misma altura, la misma forma del pelo y quién sabe, tal ves los mismos gustos

María
–Bueno en ese caso, ¿Cual es tu pasatiempo favorito?

Mario
–observar el cielo, y ¿El tuyo?

María
–Yo observar las las nubes; ya que entramos más en confianza, tengo que preguntarte algo

Mario
–Claro, aunque yo tambien tengo que hacerte una pregunta

María
–¿Hay alguien que... Bueno que te guste?

Mario
–Yo al vivir en un lugar como este, no he tenido amigos, y am... ¿Hay alguien que... te guste?

María
–Si, pero no estoy segura de saber si le gusto