Capítulo 21

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Capítulo 21

Narrador:

Preparar el desayuno fue una odisea esa mañana para Santana, no por que no pudiera hacerlo, sino por que a los niños se le ocurrió la idea de preparar galletas caseras lo que derivo en una guerra de harina en la cual los tres quedaron completamente sucios de pies a cabeza.

-¿Que están haciendo?- pregunto Brittany entrando a la cocina encontrándose con todo el desastre mientras que la morena y los niños esbozaban idénticas sonrisas diabólicas acercándose a la rubia. -¡Oh, no, no! Yo conozco esa sonrisa... Aléjense los tres ¡Acabo de ducharme!- pero de nada le sirvieron esas excusas a la rubia porque los niños y la latina no le hicieron caso, sino que la abrazaron, ensuciandola-¡Me vengare de los tres!

-¿Por qué no van a darse una ducha niños? Yo termino con esto... Pidanle ayuda a Emily y Alison- dijo la morena.

-Por tu culpa ahora tendré que ducharme de nuevo- reprocho la rubia mientras Santana sonreía de lado con una mueca de burla. -Hablo en serio, San.

-Si tú lo dices- fue lo único que dijo la morena mientras se acercaba a la rubia con una sonrisa picara. -Creo que tienes harina en el rostro. Déjame limpiarte.

La rubia no dijo nada y se dejo hacer, sintiendo como la morena, con la lengua entre los dientes, le limpiaba toda la cara con una concentración que Brittany no estaba segura de donde la sacaba. Una concentración que a ella le faltaba por el simple hecho de tener enfrente a la mujer que desde el fin de semana del día de campo, hacía una semana, moría de ganas de besar de nuevo. En ese momento no veía a Santala Lopez, la mamá de su hijo, veía a Santana Lopez, la mujer que le gustaba.

-¿Qué pasa?- pregunto la morena mordiéndose el labio pero sin alejarse de la otra chica, sino todo lo contrario, coloco su mano en la mejilla de la rubia obligandola a que la mirara. -Mis ojos están aquí arriba, esos son mis labios.

-No estaba mirando tus labios- negó la rubia con un rubor en la mejillas sabiendo que estaba mintiendo pero cuando la morena levanto su ceja quedo completamente desarmada. Por esa razón antes de hacer algo tonto se alejo de la latina que gruño de frustración. -Gracias por limpiarme. ¿Te ayudo con el resto del...?

Pero no pudo continuar, porque la morena la tomo de la cintura girándola hacia ella quedando una frente a la otra y muy cerca. Santana pudo sentir como el pecho de la rubia subía y bajaba con la respiración entrecortada mientras veía como cerraba los ojos al tiempo que juntaba su frente con la de ella.

-Vas a matarme, ¿Eres consciente de eso?- pregunto Brittany mirándola directamente a los ojos mientras la latina le regalaba una sonrisa coqueta -¿Ahora que harás? ¿Me provocaras, me torturaras y al final me dejaras con las ganas de besarte?

Santana no tuvo tiempo de responder por que, para su desgracia, sus hermanas y cuñadas hacían acto de presencia en la cocina. La rubia rápidamente se separo de la rubia y fingió buscar algo en la nevera haciendo tiempo para que se disipe el rubor de sus mejillas y todas las sensaciones que sentía en ese momento.

-Buenos días a todos- saludo Santana con nerviosismo. Necesitaba salir ya mismo de ahí. -Hay galletas en el horno y café en la cafetera- indico la latina emprendiendo camino hacia la salida de la cocina. -Emily sabe donde esta el resto de las cosas. Si necesitan algo se lo piden a ella. Yo ire a ducharme.

Brittany miro disimuladamente la huida de la morena del lugar. Quería salir corriendo de allí y seguir a la latina para que le diera las respuestas que necesitaba, quería seguirla para retomar la posición en la que estaban pero sabía que no podía.

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La morena por otro lado fue directamente a su dormitorio, necesitaba calmar de alguna manera todo esa ansiedad que sentía. No supo cuanto tiempo estuvo en la misma posición, pero cuando salio de su burbuja, y aun con la sonrisa en los labios, busco su ropa para irse a duchar pero por el rabillo del ojo vio como una cabellera rubia pasaba por la puerta de su dormitorio y no lo dudo un segundo.

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