Who Are You || JeongMi

The Best Of Me

6 Meses después

— Minari ¿Porque tardaste tanto? — Jeongyeon hizo un puchero al ver entrar a su novia a la habitación después de que esta saliera a atender una llamada de Nayeon.

La japonesa sonrió dejando su adorable eye-smile a la vista dirigiéndose hacia ella. — Lo lamento mucho mi amor, sólo eran unos últimos detalles, quiero que nuestro día sea perfecto. — Le respondió besando la punta de su nariz.

La mayor que estaba sentada en la cama extendió su mano para que la japonesa la acompañara, y Mina así lo hizo sentándose entre sus piernas mientras ella la abrazaba por la espalda recostando su mentón en su hombro y entrelazando sus dedos en su abdomen.

— Se que todo saldrá perfecto. — Aseguró acariciando con su pulgar la mano de la menor. — Porque tu estarás a mi lado, y eso basta para que todo lo que suceda en mi vida, sea perfecto.

Mina sonrió ampliamente soltando una pequeña risita al escucharla. — Mi amor, eres toda una cursi ahora. — Bromeó, seguía sin acostumbrarse a las dulces palabras que le decía su novia desde que despertó aquel día, pero por supuesto que disfrutaba de ello, pues su amor no paraba de crecer día tras día.

— Si, si, lo admito. — Jeong besó su mejilla para luego voltearse y quedar frente a ella tomando sus manos. — Pero esa es la señal de que soy feliz ¿no? Además tú eres la única culpable. — Sus ojos estaban fijos en la otra, mirándose con tanto amor como nunca. — Sólo estando a mi lado me haces sentir que todo esta bien, y por eso sólo puedo ver las cosas hermosas de la vida.

Y sin poder resistirse mas, Mina terminó con la distancia entre ellas dándole un suave y largo beso, cargado de sentimientos, que termino en otros más cortos. — Te amo Jeongyeonnie, mi hermosa Jeongyeonnie. — Dijo acariciando suavemente sus mejillas y después su cabello.

Jeongyeon sonrió rozando sus narices. — También te amo mi hermosa pingüina. — Suspiró sintiendo en paz consigo misma, los recuerdos de todas sus dificultades parecían demasiado lejanas en aquel momento, como si ahora, ya no existiera nada ni nadie capaz de terminar con la felicidad que las acompañaba.

— ¿Aún no sabes a donde te llevarán las chicas? — Preguntó Mina cambiando el tema rápidamente.

La mayor hizo una mueca rascando su nuca con nerviosismo. — No, y eso que les insistí en que no era necesario que hicieran esto. — Contó sintiendo la escéptica mirada de su novia sobre ella. — Les juré que no tengo ninguna razón para extrañar mi soltería. — Agregó sonriendo coqueta acercándose mas a la menor que la detuvo posando sus manos en sus hombros.

— Sólo espero que se comporten, si me llego a enterar que habrá mujerzuelas allí, tendrás muchos problemas Yoo Jeongyeon. — Dijo Mina entrecerrando los ojos en un intento de intimidarla pero solo consiguió verse más tierna a sus ojos.

Por lo que Jeongyeon sólo rió abrazándola y acariciando su cabello. — Esta bien mi hermosa ballerina. — Dejó otro beso en su mejilla y volvió a mirarla. — Yo misma mataré a Seungyeon y a Nayeon si esa es su grandiosa idea de diversión. — Y Mina le creía, por alguna razón sabía que cualquier idea de ese tipo eran mas propias de algunas de las otras chicas que de la misma Jeongyeon.

— Lo sé mi amor, solo bromeo. — Y después de dejar un beso en su hombro Mina la miró de nuevo rodeando su cuello con sus brazos. — Todo esto me parece demasiado irreal ¿Sabes?

— ¿Mis ojos? ¿O mi extraordinaria belleza? — Bromeó la rubia osadamente.

— Eso no tonta. — Mina le dio un suave empujón mientras la escuchaba reír. — Me refiero a tenerte aquí, a que estamos juntas, y a tan sólo dos días de casarnos después de todos estos años.

— Eso es porque...

— Espera que no he terminado. — La detuvo Mina rápidamente y ella hizo un puchero. — Y antes de que unamos nuestras vidas para siempre quiero decirte que si tuviera que vivir todo de nuevo para estar contigo, lo haría sin dudarlo ni por un segundo. — Confesó viendo como su novia sonreía de nuevo. — Porque jamás dejé de amarte y estoy convencida de que mientras viva no dejaré de hacerlo Jeongyeonnie, supongo que todos esos libros de amor tenían razón con que el amor siempre triunfa al final y esas cosas. — Acarició su mejilla sonriendo con cariño. — Tú estuviste conmigo en tantos buenos y malos momentos en el pasado, y me ayudaste a descubrirme en las cosas que no sabía sobre mí, por ti hoy tengo una hermosa familia, y estoy a punto de construir una nueva. Y no importa lo que suceda a partir de hoy, o los problemas que podamos tener. Te amo y siempre te amaré más que a mi vida Yoo Jeongyeon, eres todo para mí.

— Minari... — Jeongyeon sonrió sintiendo sus ojos cristalizados y su corazón acelerado, y mordió su labio antes de besarla suavemente. — Creí que yo era la cursi aquí. — Rió juntando sus frentes al separarse.

— ¡Jeongyeon! — Se quejó una sonrojada japonesa que hizo un puchero que la mayor beso y después sonrió.

— Lo siento es que... Te amo tanto. — Dijo Jeong suspirando antes de volver a besarla. — Es como si cada a cada segundo que paso contigo me volviera más fuerte en todos los sentidos. — Mina acaricio su mejilla besando su mano con cariño escuchándola hablar. — Como si después de estar dormida y sola por tanto tiempo, hubiera despertado a la mas hermosa realidad, una en la que tu me amas, me abrazas y siempre estas conmigo. — Ninguna había hablado de sus votos, pero aquellas palabras les bastaban, pues era todo lo que querían escuchar ya que salían de sus corazones. — Eres mi ángel, mi todo, y la mejor parte de mí Minari, no lo olvides.

Mina asintió y sonrió perdida en el brillo de esos ojos grises que tanto le encantaban. Y fue Jeongyeon quien esta vez tomó sus manos dejando un beso en cada una de ellas antes de besar su frente.

— Siempre serás la mas cursi mi amor. — Río Mina antes de abrazarla.

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Bien, oficialmente doy por terminada esta historia.

Espero les haya gustado tanto como a mi me gusto escribirla.

Saludos.