Londres, Inglaterra. 5 Años después.
—No puede ser verdad... — Susurró la pelicorto al escuchar el grito de su amiga entrando al departamento.
—¡¿Donde están mis fotocopias coreanas favoritas?! — Gritó Nayeon lanzando su cartera en la mesa de entrada y dirigiéndose a la sala, donde imaginaba encontraría a alguna se las gemelas y no se equivocó.
Frente al gran ventanal sosteniendo un vaso de lo que supuso sería Whisky, estaba Jeongyeon.
¿Que como sabía de cual de las dos gemelas se trataba?
Sencillo, después de 4 años conviviendo con las chicas se volvió una experta en ello, pues aunque sus físicos fueran casi idénticos; su personalidad, voz, vestimenta, e incluso su forma se caminar; eran lo más opuesto del mundo.
Y además sabía que era Jeongyeon porque vestía de forma tan seria que parecía que apenas llegaba del trabajo.
Pantalones negros, camisa azul real y zapatos negros, su saco y corbata reposaban en el sofá a su izquierda, y ni quería saber que había sido de su cartera.
—¿Porque no respondiste Avestruz 1? — Reclamó a modo de broma, ganándose solo una negación de la menor.
—¿Que haces aquí coneja sin modales? — Preguntó Jeongyeon mirándola seria, aunque la mayor no se inmutó.
—Ese padre tuyo, me dijo que ya había hablado contigo. — Suspiró Nayeon a modo de respuesta, sentándose en el sofá frente a la empresaria, cruzando las piernas. —¿No es Obvio? Vine por ustedes dos. — Informó con simpleza. —¿Donde está Seungyeon? — Preguntó observando como el ceño de la contraria se arrugaba ligeramente.
—Está dormida según me informó Félix. — Contestó Jeongyeon dejando de lado su bebida, sabía que no se liberaría de Nayeon pronto, por lo que decidió acompañarla sentándose a su lado, doblando las mangas de su camisa para estar más cómoda. —Al parecer tuvo un día difícil. — Comentó soltando un profundo suspiro que no pasó desapercibido para la mayor.
—¿Ella o tú? Algo me dice que no fue la única. — Nayeon las conocía muy bien como para saber cuándo las cosas no andaban bien con alguna de las dos, y en ese momento se trataba de Jeongyeon.
La pelicorto hizo una mueca de sonrisa y luego de tomar aire, respondió. —Supongo que también habló con papá y no soy la única que no quiere regresar a Corea. — Contó suavemente, cruzando sus dedos sobre su regazo con la mirada perdida en un punto fijo de la habitación.
Al pasar tanto tiempo a su lado, Nayeon no solo conocía muy bien la personalidad de las chicas, sus hobbies o gustos más extraños, también conocía parte de su pasado, las historias que estas tenían que contar y las personas que habían tenido que dejar atrás.
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Who Are You || JeongMi
Short StoryJeongyeon y su hermana gemela hicieron un trato que las hizo intercambiar lugares, y el cual ella acepto sin problema. Sin sospechar que gracias a ello encontraría el amor, pero también lo perdería. ¿Podrá volver a estar junto a Mina después de sepa...