Epílogo

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3 Años después

Es la tercera vez que me ganas hoy a pesar de no dejar de estar al pendiente de tu celular Unnie. — Comentó Seungyeon caminando al lado de Jeongyeon hasta la mesa donde las esperaba Nayeon.

Habían pasado tres años desde su boda con Mina y estaban en el club de golf, lugar en el que las chicas la llevaron en su despedida de soltera y donde descubrió que era buena en aquel deporte.

Ese día sábado ella había decidido quedarse en casa con su esposa, quien estaba embarazada de gemelos y en sus últimos días de gestación, pero gracias a la insistencia de las ahora castañas y de la misma Mina en que debía relajarse un poco.

Estaba allí con su hermana y la mayor de todas sus amigas, quien también había sido arrastrada por Seungyeon y tampoco apartaba la vista de su celular por si su pequeño hijo de un año, Jungkook, tenía alguna emergencia con su despistada madre, Momo.

Jeong sonrió divertida y se paso la mano por su cabello negro, que rozaba sus clavículas. — Ya ves que puedo hacer varias cosas a la vez sin perder la concentración. — Bromeó dejando su bolso a un lado.

Y que lo digas. — Apoyó Seungyeon imitándola. — Espero que mi sobrinos no te quiten eso. — Río sentándose frente a la castaña mayor.

También yo Seung. — Al fin dejó su teléfono sobre la mesa y se sentó suspirando. — ¡Hey coneja! ¿Todo bien por aquí? — Le preguntó a Nayeon quien las miro a ambas y asintió antes de tomar de su jugo de frutas. — Te perdiste un buen juego.

Así es, Unnie es realmente buena en esto. — Comentó la menor mirando a su hermana con admiración y a Jeong le gustaba mucho eso, ser un orgullo para su hermana, le hacía sentir bien consigo misma, aunque claro eso no significaba que dejara de bromear con ella.

Es eso o que tu eres muy mala. — Intervino Nayeon riendo energéticamente y contagiando a la pelinegra.

De acuerdo dejen eso. — Se quejó Seungyeon. — ¿Como ha estado Kookie? — Preguntó de pronto, mientras la mayor al fin les prestaba total atención. — Hace días que no lo vemos.

Esta bien, y si no lo has visto es porque te la pasas trabajando avestruz rebelde, te has convertido en tu hermana. — Nayeon volvió a reír y Jeongyeon la imito al instante mientras la menor de las tres hacía un puchero.

¡Oye! — Exclamó con el ceño fruncido. — Sólo estoy preparando la nueva exposición. — Se defendió rápidamente. — Además creo que nadie puede llegar al nivel de mi Unnie ¿Recuerdas como antes de volver a encontrar a Minari era toda una adicta al trabajo? — Comentó bromeando.

¡Hey! Mas respeto. — Habló Jeongyeon dándole un suave golpe en el brazo. — Ya ven que eso no me ha perjudicado en ningún aspecto. — Alardeó recostándose del respaldo de su silla.

Así es. — Apoyó la mayor. — Triplicaste el imperio Yoo, te casaste con el amor de tu vida, y estas a días de ser mamá, si que supiste hacerlo avestruz 1.

La sonrisa de felicidad de la pelinegra y el suspiro que salió de sus labios fueron muestra de su agradecimiento. — Gracias, aunque no fue fácil admito que estoy orgullosa, y sobretodo feliz de todo lo que he logrado, además cada día todo es más perfecto.

Nayeon rió antes de molestarla un poco. — Quiero escucharte hablar así cuando lleves varias noches sin dormir bien. — Dijo ganándose una mirada incrédula la la pelinegra. — Pues incluso Momoring perdió la cabeza con la llegada de Kookie a nuestras vidas, pero ha valido la pena cada día. — Contó con una sonrisa boba en los labios.

Who Are You || JeongMiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora