Who Are You || JeongMi

Fear... For You

La rubia se encontraba en su oficina después de salir de una importante junta que habían tenido a primera hora, su secretaria la había llamado más temprano ese día pues se trataba de una emergencia, de tal forma que ni siquiera había podido hablar con Mina, ni para desearle los buenos días.

Deseaba con todas sus fuerzas poder verla ese día también y compensarla de algún modo, sonrió al recordar la noche anterior, Mina aún la amaba y estaba con ella, por lo que no le importaba si el mundo era un caos. Pues ella era feliz

— ¡Yoo Jeongyeon! — Gritó Akira entrando a la oficina de Jeongyeon.

Ambos se miraban con odio. Y cualquiera que entrara en aquel lugar, de seguro podría cortar con una tijera la enorme tensión que existía entre ambos.

— Akira Myoui — Susurró Jeongyeon con desdén levantándose de su silla.

— ¿No esperaste nada verdad? Apenas pisas Seúl y corres tras mi hija.

— Para empezar baja tu tono de voz Myoui, estas en mi empresa y no te permito que le faltes el respeto. — Dijo Jeongyeon seria.

— No te creas muy valiente Yoo, eres tan débil como el hombre que te dio el apellido, solo son unos cobardes que huyen cuando no pueden enfrentar la realidad — Atacó Akira refiriéndose al secreto que la hizo alejarse de Mina en el pasado.

Una sonrisa triunfal se formó en su boca al ver que la menor no decía nada.

— Simples altibajos que enfrentamos las personas con objetivos claros. — Respondió la joven al fin con una sonrisa de vuelta.

Akira no se daría por vencido tan pronto, así que sin dejar de sonreír se dirigió a la silla frente al escritorio de Jeongyeon y se sentó sin ser invitado, Jeongyeon lo imitó sin romper su guerra de miradas, hasta que el mayor habló.

— Para que puedas comprobar por ti misma, la grandeza de mi bondad, te daré la oportunidad de alejarte se Mina sin ninguna trampa, solo alejate de ella y nada le pasará a tu hermana, amigas, o el idiota que tienes como padre. Un trato justo. — Propuso con cinismo.

— Como si tú supieras lo que es la justicia. — Retó Jeongyeon, Akira apretó la mandíbula — No me alejarás de Mina esta vez, y no importa lo que intentes, no podrás dañar a ninguna de nosotras. Además... — Sonrió — Cuando Mina sepa la clase de basura que eres, seras tú el que la perderás. — Afirmó la chica.

Akira soltó una risa fingida — ¿Estas segura de que hablamos de la misma chica? Por favor — Se burló — Mina es tan ingenua que me adoraría aún sabiendo todo de mi ¿No lo sabes? Soy su héroe, Yoo.

— Ingenuo el que cree que me alejara de ella una segunda vez — Dijo Jeong sonriendo con ironía — Mina me ama como yo a ella, y nadie, ni quiera tu, puedes contra eso así que...

— Me temo que ya se perfectamente como alejar a mi hija de ti. — Jeongyeon lo miró seria — ¿Has escuchado ese famoso dicho de “Cavaste tu propia tumba”? Porque acabas de hacerlo Yoo.

— Al grano Myoui — Exigió Jeongyeon cansada del mayor.

— No temes por la vida de tu amada hermanita — Empezó a enumerar con sus dedos — Tus amigas, ni siquiera tu padre, pero ahora sé, que hay alguien por quien darías todo Yoo — Explicó Akira.

La expresión tranquila de Jeongyeon se transformó en miedo y enojo. — ¿De que estas hablando? — Preguntó con su ceño fruncido.

— Me duele mucho por mi hermoso cisne pero, la victoria se construye sobre el sacrificio ¿No es así?