Katsudeku | Bnha |
Katsuki Bakugo, el Enigma después de dos generaciones, nació para tenerlo todo y ser el mejor en todo.
No obstante a sus veintisiete años teme por no encontrar a su destinado.
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-Contenido Homosexua...
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La área se llenaba de feromonas agridulces marinado a todos los presentes en la área.
—Bakugo.-el pelirrojo iba a ir con su Jefe para ver que estaba pasando pero Yaoyorozu lo detuvo.
—Si te acercas morirás, en este momento ninguno de los dos es consiente de nada, solo de una cosa, y esa es que son destinados.-la alfa pensaba que hacer no podían acercarse o morirían ya que el Omega al parecer estaba herido provocando más peligro al acercarse.
—Yaoyorozu.-el bicolor que de igual manera estaba junto a ellos le hablo a la pelinegra.
—Sí, Shoto-Kun?-respondió la alfa.
—Me parece que hay que hacer lo siguiente, kirishima tu solo sube a la camioneta y espera a que Bakugo entre, nosotros nos vamos primero a solucionar lo de la baja, así Bakugo se sentirá más seguro al no tener tantos olores alrededor. Tu tienes toda la información ¿cierto?-el muchacho hablo tan seriamente y despreocupado que asustaba.
—Shoto-Kun...¡Es un gran idea!-la pelinegra junto sus manos y sonrió.-Bueno pues hay que hacer eso, Kirishima lleva al Jefe a su casa, acabando de inmediato voy para allá así que bienes por mí.
—Okay, Okay.-respondió Kirishima progresando toda la información.
Todos hicieron lo que había dicho Shoto, y si efectivamente, el Enigma subió a la camioneta después de unos minutos con su Omega en brazos.
Kirishima sentía que moriría, los aromas eran tan fuertes que estaban quemando su garganta, aumento la velocidad para así el viaje a casa de su Jefe fuera menos largos.
Estaba en las orillas de la ciudad, era una casa gigantesca y muy hermosa para solo una persona.
El alfa abrió el seguro de las puertas y el Enigma bajo, Kirishima no se fue hasta que entraron a la casa y la puerta se serrana a sus espaldas.
—Bien, ahora vamos por Yaoyorozu.-sonrió y volvió a retomar la carretera ahora ya muy tranquilo de no tener los olores que quemaban su garganta.
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