Katsudeku | Bnha |
Katsuki Bakugo, el Enigma después de dos generaciones, nació para tenerlo todo y ser el mejor en todo.
No obstante a sus veintisiete años teme por no encontrar a su destinado.
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-Contenido Homosexua...
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Fríos y húmedos. Así eran los barrios bajos de Tokio, donde en cada esquina se encontraba una persona cometiendo un atroz crimen.
Las autoridades claro que estaban al tanto, cada mañana tardé o noche recibían llamadas para supervisar el área, nada importante según ellos pensaban pero, no podían actuar, no estando aquel tipo en aquellos barrios.
Un lujoso coche negro andaba por aquellas húmedas calles llamando la atención de todos los residentes, sabían quién estaba dentro así que era mejor solo observar o a la más mínima falta de respeto no volverías a tener el placer de respirar.
—Señorita –llamo el chófer.
—¡Oh! ¿Ya hemos llegado? Ahg, odio venir aquí pero es necesario y más en estos momentos. Espera aquí hasta que salga, no tomará mucho tiempo –comunico aquella mujer.
—Entiendo, señorita Ochako—
La Omega de cabellos cafés bajo del auto suspirando, odiaba la suciedad al igual que aquella humedad pero era hora de comenzar con el asunto que dejó pendiente tres años atrás, había llegado la gota que derramó el baso así que era momento de volver a comenzar.
Toco unas cuantas veces una puerta de madera esperando muy poco para que una chica Alfa de cabellos rubios abriera.
—Mira que tenemos aquí ¿Por fin retomaras lo que dejaste? El jefe se emocionó mucho con tu llamada avisando que vendrías –sonrió la chica dando miedo a la contraria.
—Maldita Toga, deja de darme escalofrío y déjame pasar ocupo hablar con To... –Uraraka fue interrumpida por un pequeño filo que presionaba su estómago con intensión de traspasarlo.
—Sabes que el jefe odia ser llamado por su nombre Uraraka-san –la rubia alejo la pequeña navaja del estómago de Ochako y volviendo a sonreír como si nada hubiera pasado.
—lo-Lo siento, necesito ver a Dabi de inmediato, ¿Por favor me llevas con el? –suspiro la Omega al ver como la chica le daba el paso a pasar. La peor parte ya la acababa de pasar, ahora seguía con la peor, si su plan fallaba no importaba.
Bakugo Katsuki pagaría todas las cuentas pendientes con un bonito Omega de ojos esmeraldas.
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