𝚂𝚎𝚐𝚞𝚗𝚍𝚘 𝚒𝚗𝚎𝚡𝚒𝚜𝚝𝚎𝚗𝚝𝚎.

416 65 5
                                    

Empece a caminar con mi vista en Denki, más esta estaba en una especie de desenfoque, mi mente claramente estaba en otro momento del espacio tiempo.

La admiración ante alguien que conozco hace menos de 2 horas empieza a crecer más desde esa pequeña conversación entre ambos hace unos momentos atrás.
¿Yo podría ser alguien día así?
¿Podre generar esta sensación?
¿Si quiera podría llegar a su nivel en algún punto de mi vida?

Más preguntas invadían mi mente en ese momento, y eran acompañadas del color rojo más vivo que pude ver en mi vida, más ya había llegado a mi destino, y estaba parado enfrente de Denki.

- Han pasado 84 años desde que te fuiste. - regaño serio y agarro la lata de refresco.

Ignore su comentario y voltee mi rostro hacia atrás mirando hacia la entrada del SkatePark, ¿Seguirá ahí?

- Izuku te estoy hablando ¿Sabes? - chasqueo los dedos llamando mi atención.

- Ah, claro, perdón me distraí cuando fui a buscar las latas. - sacudí mi cabeza un poco, borrando mis pensamientos del momento.

- ¿Te molestaron? - su sembleante se puso algo sombrío.

- ¡No, no para nada! - sacudí esta vez mis manos en modo de negación.

- Menos mal, de lo contrario mi skate se partiría en sus estúpidas caras. - le pase la lata, la abrió la lata y le dió un sorbo molesto.

Sabía cómo era Denki, y más por estoy lugares con cierta clase de gente por más que no tenga toda la confianza del mundo sé que se preocuparía, la fidelidad de él es la más grande que he conocidos, por algo estoy seguro de llamarlo mejor amigo.

El rubio estaba sentado en el suelo con la mochila en un costado y ambos skates consigo, así que me senté a su lado dejando la mochila y ambos stakes en el medio de ambos.

- Pero te quedarías sin skate tonto. - levante una ceja con obviedad.

- Estoy trabajando, así que puedo costearme un skate nuevo tonto~ - se defendió sonriendo nuevamente olvidando el enojo pasado.

Suspire y le di un sorbo a mi bebida de pomelo, no es mi favorita, pero me sirve con nervios o pánico, su sabor agridulce es bastante llamativo haciéndome olvidar de cierta forma mis sircustancias y centrarme en el sabor en mi boca.

- ¡Ah! - me apuntó con el dedo. - ¡De echo es donde conocí a Katsuki! - dijo sorprendido de aquel recuerdo.

- ¿Lo conociste por que él te compró algo? - interrogué.

- No, no. Digo que ambos trabajamos ahí, de echo lo sigue haciendo, pero toma el turno de la tarde ahora, y yo no voy en ese horario, antes íbamos al mismo. - levanto los hombros restándole importancia.

- ¿Tabajaban juntos? - pregunté lo obvio un tanto sorprendido. - Vaya, creía que se habían conocido acá. - tome un poco más de mi refresco.

- Nop, no soy bueno conociendo gente en este tipo de lugares. - sonrio de mala gana derrotado.

- ¿Y el chico de allá? - mire al pelimorado con obviedad, él cual estaba en la rampa bajo el suelo haciendo algunos trucos pequeños.

- Él es una excepción supongo. - dijo simple.

- ¿"Excepción" porqué?

- Lo conocí por su grupo sintetizando.

- ¿Y no conoces mas gente de por acá? - lo mire curioso por saber más de este lugar.

𝐈𝐭'𝐬 𝐣𝐮𝐬𝐭 𝐚 𝐒𝐤𝐚𝐭𝐞𝐏𝐚𝐫𝐤. || • 𝐊𝐚𝐭𝐬𝐮𝐃𝐞𝐤𝐮 •Donde viven las historias. Descúbrelo ahora