𝐈𝐭'𝐬 𝐣𝐮𝐬𝐭 𝐚 𝐒𝐤𝐚𝐭𝐞𝐏𝐚𝐫𝐤. || • 𝐊𝐚𝐭𝐬𝐮𝐃𝐞𝐤𝐮 •

𝚃𝚒𝚎𝚖𝚙𝚘 𝚙𝚊𝚛𝚊 𝚖𝚒.

Una vez había desaparecido por aquella puerta por segunda vez en nuestro encuentro dejando una sensación cálida, vuelvo a mi mismo y mi vista vuelve a su objetivo de hace unos minutos atrás, una tabla con tonos hases a modo de degradado imitando un mar nocturno.

Camine hacía el anaquel donde la tabla se encontraba, esta vez mire detrás de mi por si alguien venía y como esto no paso, procedí a tomarla nuevamente entre mis manos y apreciarla con cierta emoción.
Algo que me había llamado la atención de aquella tabla, era el echo de que literalmente era solo una tabla, no portaba las ruedas, la lija superior, y todas esas cosas de skates.

Mire hacia ciertas direcciones buscando las cosas que faltaban, siendo que en la vitrina del mostrador se encontraban varios tipos de ruedas, recuerdo algo de lo que me contó Denki sobre ellas.

– Las ruedas pequeñas son rápidas, y las grandes son más lentas por ser pesadas... – hablé para mi a punto de crear mi mundo en esa tienda, y mis murmuros se preparaban para salir por su cuenta.

– Lo recordase. – dice esta vez el rubio que estaba buscando apoyado contra el marco de la puerta.

– ¡Denki! – dí un leve salto por la intromisión a mi burbuja al verlo de la nada. - Te estaba buscando.

– Eso puedo verlo. – dijo con obviedad.

– Ah... – inmediatamente solté una correa de la mochila poniéndola en frente mío, y abriendo la cremallera saque el recipiente con los sanguches. – ¿Almorzamos? – hable intentando animar el ambiente.

Dio una mirada rápida al reloj en la pared y luego volvió a mi. – ¿A las 3 de la tarde? – cuestionó monótono.

– ¿.... Si? – dije un tanto inseguro.

Nego levemente con la cabeza. – Bien, dejame ir por mi mochila. – y salió por la puerta.

Solté el aire retenido en mis pulmones, estaba nervioso por lo de esta mañana, pero creo que el sabe que yo estaba haciendo un problema por nada, así que supongo que lo dejara pasar esta vez.

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– ¿Qué pasó? – habló de la nada tras darle un mordisco a su comida.

– ¿Eh? – lo miré confundido.

– Podría ser por lo de la llamada, o por el echo qué seguro lo encontraste antes de que llegará, por algo me llamó, o simplemente por qué viniste a buscarme. – dijo mientras miraba su sanguche. – Te puedo preguntar muchas cosas. – me miro serio, más era evidentemente qué tenía ganas de sonreír de vez en cuando.

– Me perdí. – confese.

– Primero; ¿Por que me cortaste esta mañana? – dejó su comida a un lado y me miro.

– Debía desayunar. – dije rápidamente intentando incubrir la verdad.

– Te creeré por ahora. ¿Porqué me buscate hoy? – volvió a preguntarme.

– Por que hace mucho no lo hacia.

– Nunca lo hiciste.

– ¡Hey, un nuevo abito!

Fruncido el seño levemente. – Izu-

– ¿Qué te parece si vengo más seguido?
Me parece muy buena idea. – interrumpí.

– Izuku...

— Mamá dice que debería traerte su comida.

– Izuku.