desde la muerte de gustabo a manos de conway todo pasaba lento en la vida de greco, los días se hacían demasiado repetitivos. auto dañarse era algo que ya entraba en su rutina diaria.
había caído en una depresión, había tocado fondo, estaba en un punto de su vida en el que nunca antes había creído que estaría.
el hecho de estar presente en la muerte de lo que el creía que era su alma gemela lo atormentaba y le causaba pesadillas todas las noches mientras las últimas palabras pronunciadas por los presentes rebotaban contra las paredes de su cráneo causando dolores insufribles.
- gustabin, ¿últimas palabras?
- te quiero greco.
un disparo resonó en aquel descampado y el cuerpo sin vida de gustabo calló al suelo desplomado.
el castaño corrió hasta el y se arrodilló abrazando al cadaver.
- perdóname rubito, no puedo hacer nada, conway no me lo permite. yo también te quiero.
las lágrimas de greco empezaban a caer en el rostro de el rubio deslizándose lentamente hasta llegar al suelo mojando la tierra.
el menor recibió la pena de muerte instantánea cuando el superintendente descubrió que gustabo estaba en aquella mafia y que no lo hacía para darle información, si no que era parte de THE UNION.
FIN
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a weno y que voy a empezar una historia nueva y mejor relatada por si les interesa
