XII

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[El avión debe aterrizar]

[...]

—Estas son las mañanitas, que cantaba el Rey David. A los muchachos bonitos se las cantamos así— Entre a mi habitación con un desayuno en bandeja para el dichoso cumpleañero —Despierta Sebas, despierta. Mira que ya amaneció— Deje la bandeja en una esquina de la cama y me senté a su lado —Ya los pajaritos cantan, la luna ya se metió.— Aplaudí mientras sonreía y veía como el de igual forma llevaba una sonrisa en su rostro pero aún con los ojos cerrados —Ya, abre los ojos dormilón.— Comencé a acariciar su rostro

—Si me sigues haciendo cariñitos así quizás los abra mañana— Puso su mano encima de la mía.

Reí por lo que dijo y deje un beso en sus labios al momento que se decidió por abrir los ojos.

—Feliz cumpleaños— Felicite a aquel hombre que se encontraba acostado en mi cama y a mi lado, mirándonos ambos a los ojos.

—Nunca había despertando tan bien. Gracias amor— Se sentó en la cama —¿Y me hiciste desayuno?— Miro con asombro la bandeja

—La cocinera más bien, pero yo la ayude así que no pierdo mis méritos. De paso te hizo un pequeño pastel así que sopla la vela antes de que se gaste la cera.— Tome el mini pastel de chocolate de la bandeja y lo estreche hacia el

—Hmm, a ver...— Cerró sus ojos y pensó en algo por unos segundos. Luego sopló la vela —Listo

—Muy bien— Deje el pastel en la bandeja una vez más —¿Que harás hoy?

—No se, solo se que quiero pasar este día contigo—  Me tomo de la cintura haciéndome acostar en su pecho y que estemos mucho más pegados. Reí por ello pero rápidamente que quite de encima de él.

—Ya, habló en serio ¿Que planes tienes?

—Pues tenemos lo de la Hacienda... Y mucho mejor que no estarán ni Martina ni Mario, así sólo nosotros dos

—Me parece bien. Pero creo que no seríamos solo nosotros, Martina había invitado a Yuri aparte de los otros invitados que tenias ya

—No invite a nadie, más que a tu marido y a ti. Los otros invitados eran amigos de Martina pero supongo que no van porque ella ya no está. Aparte de que me deben estar odiando por el chisme que anda por ahí

—¿No quieres invitar a tu familia?

—Me gustaría la verdad, no veo a mi mamá desde hace meses.

—¿Por?— Tome la bandeja y la puse enfrente suya para que empiece a comer

—Gracias— Agradeció e inicio a comer. —Esto está muy rico—Degustó mientras terminaba de masticar
—Digamos que mi carrera me quita mucho tiempo, solo los veo en las épocas de navidad.

—Entiendo, bueno. Aprovecha y llámalos. Termina de desayunar así vas a tu casa a hacer maletas y que sea rápido, no quiero que mi mamá te vea salir de la habitación.

—Con los gritos que diste anoche seguro si se dio cuenta que estoy aquí.— Dio de hombros y metió un trozo de queso a su boca

—Pido a Dios que no haya escuchado nada— Carcajeé

—Oye— Lo mire —Gracias

—¿Por?

—Por despertarme así, por creer en mi. Por la noche que pasamos, por todo. Nunca pensé que tan pequeñas cosas me hicieran sentir el hombre más feliz del mundo

—Ni agradezcas, tu me haces feliz a mi— Me acerque a él y deje un beso en sus labios —Sr Sebastián. ¿Se dio cuenta que no soy Fanny fría?

Unfaithfully yours |Infielmente tuya| [Yatralu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora