XVII

154 13 151
                                    

[Mario]

Sebastian

Luego de ser ella la que me dijera lo que tanto yo deseaba decirle me dejo sin palabras por unos segundos. Sus ojos al momento de yo mantener un silencio se entristecieron, por lo que le respondí desde lo más sincero de mi corazón, porque si, la amo como nunca he amado a nadie. Deseo hacerla muy, muy feliz

Un hielo se creó en ambos al sincerarnos, así que busqué la forma de romperlo.

—Amor ¿Quieres ir a comer algo?— Pregunté mientras jugaba con su hermoso pelo rubio, que se encontraba desordenado en mi pecho

—Se me antoja pizza...— Lo pensó unos segundos
—Pizza, helado, hamburguesa, perros calientes, papitas fritas con queso, tacos de carnita y jugo de naranja— Me observo con una sonrisa y yo parpadeé varias veces intentando mantener todo lo que pidió.
—¿Debo elegir solo una?— Sus ojos se aguaron con melancolía

—No amor— Reí —Vístete e iremos a comprar el menú que acabas de pedir.

—Te amo— Dejó un beso en mi mejilla y se puso de pie tapando su cuerpo con la sabana para vestirse



(...)

Tardamos mucho comprando lo que Lu pidió porque no había taquerías abiertas y a la que voy esta al otro lado de la ciudad, pero al final encontramos una y logramos morir en paz. Pensé que íbamos a terminar regalando toda la comida pero no, entre ambos nos comimos todo, más ella.

Al final termino diciendo que fue pésima idea y vomito todo. En fin, así es Lu.

Pero a pesar de eso la noche fue hermosa, tuvimos mucho más sexo y observamos lo que tanto amamos, la luna y las estrellas en el parque mientras comíamos helado, fue simplemente hermoso.







(...)
Fanny

Más o menos son las 03:30 de la madrugada y apenas voy llegando a mi departamento. Pasaría la noche con Sebas pero no me apetece un hotel, no es de mis lugares favoritos para dormir. Admito que lo de comprar una casa no es mala idea, tendríamos un lugar solo para nosotros sin tener que recurrir a burdeles con habitaciones de sadomasoquismo.

Abrí la puerta de mi depa con cuidado para no despertar a ningún trabajador ni a mi madre, todo estaba apagado claramente, pero al cerrar la puerta la luz del Lobby se encendió. Por el olor a colonia de hombre pude distinguir quien era

—¿A estas horas llegas?— Aquella voz masculina casi a gritos me reclamo.

—Primero no grites...— Dije con total calma mientras terminaba de cerrar la puerta, luego de entrar. Me di la vuelta para observarlo puesto de pie a unos metros de mi —Estaba trabajando en el estudio de Guz Rincón.

—Tú nunca trabajas hasta tarde, aparte tienes un estudio aquí en casa. No mientas Fanny— Manteniendo el mismo nivel dicción

—No tenía el equipo que necesitaba aquí. Estoy muy cansada y tengo que madrugar, más tarde
hablamos— Me acerque a él para dejar un beso en su mejilla —Buenas noches y madrugadas— Sin más que agregar u otro reclamo que esperar subí a mi habitación antes que el para dormir.



Unfaithfully yours |Infielmente tuya| [Yatralu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora