Al relatar la historia sobre como supere al demonio de las adicciones me es casi obligatorio recordar lo que me orillo a la fobia que ahora me aprisiona, consiste en que no puedo ni siquiera sentir ni el mas leve descenso en la temperatura porque de inmediato soy presa de un pánico y una ansiedad simplemente indescriptibles.
Si mi breve descripción le dejo en las mismas, lo dire en cuatro palabras: me desagrada el frio, actualmente me atiende un psicólogo bastante bueno, poco a poco me ayuda a por lo menos tolerar el clima frio, a eso él lo llamo desensibilización, al mismo tiempo me ayuda a no recaer en esa maldita adicción que hace tantos años por poco me mata.
Supongo debo explicar que me paso para sentir tanta ansiedad ante un fenómeno de la madre naturaleza; pues bien, irónicamente yo nací en un lugar donde el invierno es bastante rudo, en aquel lindo pueblo había un lago donde desemboca un rio, creo recordar a mis abuelos o vecinos mencionar que ese rio nace en los nevados picos de los montes Urales, en fin, de niño me encantaba pescar, pase algunos veranos con mi padre sentado a la orilla de ese lago, a veces solo charlábamos y no pescábamos nada, lo mismo hacia con amigos y vecinos cuando salíamos temprano del colegio, en el mencionado invierno haciamos lo mismo, siempre que el clima lo permitia, en una de esas ocasiones pescaba yo con papa en el hielo, era mas dificil que la pesca normal, pero ansiaba hacerla pues por alguna razon los peces que nadan en esas heladas aguas saben mejor, ignoro a que se deba, volviendo a mi relato, estaba yo jugando encima de la capa de hielo mientras papa encontraba un lugar apto para romper la capa de hielo sin tanto esfuerzo, lo malo fue que yo encontre un buen lugar, pero casi a costa de mi vida, como dije tonteaba sobre la capa de hielo, absorto en mis pensamientos, tanto que olvide por completo lo que cada invierno hacia con papa, tantear a cada paso el grosor del hielo.
Lo inevitable sucedió, pise hielo lo bastante delgado para no soportar mi peso, y caí de lleno en el agua helada, papa y varios vecinos acudieron en mi rescate, fue lo que llaman una leccion aprendida a la mala. Pero eso no fue lo que provoco mi fobia.
Muchos años después, por causas que ya olvide, caí, pero esta vez, en lugar de sentir el intenso dolor del agua casi congelada, sentí la euforia de las drogas, en uno de esos "viajes", mi mente me jugo una mala broma haciendome sentir como casi real, la siguiente alucinacion:
De algun modo cai en lo que parece ser un océano congelado, así lo llamo pues no divisaba tierra en ninguna dirección por mas que veía y buscaba, por lo que intente caminar por el hielo con la esperanza de hallar tierra firme donde posar mis pies sin peligro, conforme avanzaba note que el hielo era sorprendentemente claro, era casi como ver a travez de un cristal, me extraño demasiado notar que en el hielo, como si fueran burbujas atrapadas en el hielo, unos extraños bultos de gran tamaño, segui avanzando temiendo que mi peso rompiera el hielo, pero me arrepenti de hacerlo (al menos, de avanzar en esa direccion) pues me tope con uno de esos bultos practicamente a raz del suelo, al limpiar con mi mano el hielo vi horrorizado que ese bulto era una persona, cruelmente atravezada, cual alfiletero, por incontables jeringas, ni siquiera pense en confirmar si todos los bultos eran cuerpos humanos, pues con los tres o cuatro que vi en mi frenetica carrera tuve mas que suficiente terror en mi humanidad.
Tan abruptamente como note mi presencia en ese horrible lugar, un temblor sacudio el hielo, y segundos despues, un ensordecedor sonido me obligo a recostarme encima del hielo en posicion fetal, aquel inhumano ruido no podia proceder de persona o animal ninguno que conozca o escuchara mencion, decidi no tentar la suerte y no quedarme a averiguar que infernal monstruo, cosa o ser produjo tan cruelmente atroz sonido, por lo tanto corri en direccion contraria a la que, calcule era la fuente de aquel sonido.
Grande fue mi error al girar mi cabeza, para ingenuamente confirmar que mi ser estaba a salvo de aquella monstruosidad antinatural. Lo que mis ojos tuvieron la mala fortuna de presenciar no existen palabras que lo describan con exactitud.
A la distancia divisaba lo que parecia un yeti, me fue imposible en ese momento calcular su tamaño, pues no tenia dato ninguno ni mi mente tenia la lucides para ponerse a buscarlos, contemple a la criatura un momento y avance en direccion contraria, asi transcurrieron varios minutos, llego un momento en que voltee otra vez pero me aterre al ver que aquel ser parecia ue habia crecido (tuve dos teorias, o esa cosa crecio o de algun modo me le acercaba al intentar alejarme); jamas formulo mi entorpecida mente el verdadero porque de su tamaño, fue mucho despues durante algo llamado hipnosis que recorde haber sentido ligeros temblores conforme corria, esos temblores eran anuncio de la bestia avanzando.
Crei haber corrido decenas de metros pero esa cosa crecia en vez de hacer lo contrario, fue hasta que sentia claramente el temblor que su peso provocaba en el hielo que crei entender su verdadero tamaño; entonces, como confiandoce de la proximidad de su presa, los temblores se volvieron constantes y crecian en intensidad a cada minuto. Mi pobre cabeza aun trataba de entender que pasaba cuando sobrepase toda escala de miedo, vi aquel ser con todo detalle, era al menos en silueta, similar a un yeti, pero mucho mas enorme, a esa distancia crei divisarle varios pares de ojos, como si fuera una inmensa araña, su pelaje era blanco manchado en varias partes, no quise averiguar de que eran esas manchas, contemplaba aterrado a la criatura y su inperturbable avance hacia mi persona, fue entonces que a mi llegaron todas las sensaciones que debia sentir desde mi aparicion en aquel extraño lugar, el frio calando cada rincon de mi cuerpo, cada poro de mi piel cerrandose en un intento de mantener el calor corporal, sentia el afilado viento helado torturando mi piel.
La criatura estaba a una docena de metros de mi cuando dio un salto con la gracia de un leon africano, sin duda se relamia intentando adivinar a que sabria mi carne, estaba por sentir la gentil caricia de sus garras y colmillos cuando desperte abruptamente.
Fue entonces que descubri el porque de mi desmayo, sufri una sobredosis, pese a sdar frio y sentir que mi garganta se desgarraba lentamente por gritar, con mis manos arranque de mi cuerpo todas y cada una de las agujas que introduje en mi cuerpo, la policia habia acudido pues alguien debio escuchar mis gritos y los llamo, cuando los paramedicos lograron calmarme me deje llevar por ellos a una clinica de tratamiento para adictos, coopere con la ley para ayudar a atrapar a los traficantes que me vendieron la droga que me provoco esa alucinacion.
Las drogas en mi cuerpo desaparecieron pero el terror que desde entonces siento ante el mas leve descenso en la temperatura aun permanecen en mi, no necesite un experto para entender que mi terror al frio esta conectado al horror que senti al casi ser devorado por esa cosa en aquella heladera de proporciones dantescas.
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Relatos de terror
TerrorBreves relatos en los cuales usted lector, se sumergirá en lo profundo de la mente humana, y contemplara los horrores que esta es capaz de crear. Al final, se incluye una breve descripcion de la enfermedad tema de cada relato