Relatos de terror

Soledad

Ni siquiera se por que carajo escribo estas palabras, supongo que es por la sencilla razón de que esto es un fútil intento de retrasar mi inminente descenso a la locura.

Ya ni siquiera mido o siento el paso del tiempo, no le veo la necesidad pues no he visto a otro maldito ser humano excepto cuando me acerco a un espejo.

Tengo el vago recuerdo de tener una vida anterior a esta asfixiante soledad, ¡Si!, creo recordar que solía trabajar en algo relacionado con economía, es cierto, solía manejar enormes cantidades de dinero para, al siguiente momento convertir ese dinero en un montón todavía mas grandes... Tengo, tengo recuerdos fragmentados, como si alguien o algo hubiese golpeado mi memoria con algún tipo de martillo o mazo, y esta se hubiera roto en millones de fragmentos como un espejo, lo que relate líneas arriba es solo uno de esos fragmentos, un diminuto fragmento de que se yo cuantos.

El siguiente fragmento es confuso, veo en recuerdos que una bella mujer me abraza y me besa ¿Sera mi esposa? ¿Una amante?, al siguiente momento la mujer se aparta y al menos cuatro niños de ambos sexos me rodean abrazándome, suplicándome que los cargue o disputándose mi atención, ojala pudiera recordar que relación tengo con esos niños ¿Serán mis hijos? ¿Mis hermanos? ¿Sobrinos o primos acaso?

Parece ridículo que extrañe tanto algo tan sencillo como ver en el rostro de otro maldito ser humano  dibujada una mentada sonrisa, la risa de un niño es otra cosa que añoro con todas mis jodidas fuerzas.

A juzgar por las veces que ha amanecido y anochecido diría que estos dos fenómenos han ocurrido al menos dos docenas de veces cada uno, creo un calculo mas exacto seria unas tres docenas, si cada día amanece y anochece una vez, entonces he pasado unos treinta y seis días en este infierno solo como un perro callejero. ¡Puta madre! ¡Ni siquiera he visto un puto perro buscando comida!

Ya han pasado cincuenta días creo, y no resisto un maldito minuto mas, estoy a nada de salir corriendo a donde pueda encontrar algo con que terminar este sufrimiento.

Cuarenta días, y mi mente no deja de hacerme crueles bromas pesadas, o creo ver a la distancia incontables siluetas que se me acercan, o escucho con total nitidez el ensordecedor escandalo del trafico de media tarde típico de cualquier ciudad medianamente grande.

Cuarenta y cinco días y al fin se termino la comida que pude sacar de cuanta tienda pude meterme , lo que mas  tiempo me ha durado es la comida chatarra, la fruta, verduras, carne y similares se pudrio en cuestion de días.

Por alguna clase de milagro encontré una granja y tuve mi primera comida digna de ese nombre en los últimos cincuenta días, en cuanto vi la comida mi gula se apodero de mi con el ímpetu de quien desea aferrarse a la vida con cada átomo de fuerza dentro de si; en cuanto esa lujuria se calmo en mi interior entendi que para sobrevivir debia trabajar para tener comida en el futuro.

El trabajo ha tranquilizado las alucinaciones que me habían atormentado desde el principio de este tormento, labrar la tierra y cosechar me ha servido como terapia, hace días no lloro hasta quedar dormido, no podria estar mas contento.

Maldita sea mi perra suerte, sabia que era demasiado bello para ser verdad y durar; apenas se termino el trabajo de cosechar, las alucinaciones han vuelto, y peor que antes.

Hare aquello que debí hacer antes de escribir todo esto, dado que no he visto otro ser humano en todo este tiempo, asumo que todos están muertos, escribiré unas ultimas líneas antes de cortar mi propia garganta con un cuchillo que encontré hace tiempo y que he afilado cuidadosamente desde entonces

Espero que quien sea que encuentre mis palabras me compadezca, me entienda y que no me juzge erroneamente, ya no quiero seguir sufriendo, no soporto un momento mas en esta soledad, al fin, al fin, ¡Al fin! por fin lo comprendi, mi mente estupidamente se nego a creerlo en bien de la poca cordura que me quedaba, pero ya estoy convencido

¡Soy el ultimo ser humano del jodido mundo! 

Espérenme mujer y niños de mis alucinaciones, en un rato estare con ustedes...