teacher Bakugo! ;; Bakukiri

01

el aire se contuvo en sus pulmones y simplemente agachó la mirada, debía actuar con normalidad, no era sencillo verse envuelto en aquella embarazosa situación. suspiró pesadamente y pasó sus manos por su rostro tratando de devolver su color normal de piel, pues por la sorpresa se había quedado pálido.

sus alumnos como si hubieran visto al mismísimo diablo se mantuvieron en completo silencio y armonía desde la llegada del rubio, y es que aquellos chicos probablemente estaban traumatizados por su explosivo entrenador de héroes, y claro, siendo uno de los héroes más importantes de todo el mundo todos conocían aquella personalidad tan... particular.

— haremos un simulacro de salvación. hay en cada zona del lugar por lo menos dos robots programados para actuar como ciudadanos en problemas. — explicó ejiro, sintiendo su corazón a mitad de su garganta bajo la rojiza y analítica mirada del rubio, que no parecía ni un poco afectado por su presencia.

¿tan poco le había importado?

— también hay robots villanos que se encargarán de querer aplastarlos. háganlo bien escuincles, y demuestren que son dignos de ser héroes. — advirtió katsuki, mientras notaba cómo los muchachos comenzaban a ponerse en posición para una vez que la prueba comenzara. — riot detendrá el simulacro si las cosas se salen de control.

la puerta se abrió y los muchachos comenzaron con su trabajo de salvar vidas y pelear en contra de los robots.

por lo tanto ambos profesores se hundieron en un profundo silencio, kirishima sin saber que hacer, ató su cabello pelirrojo en una coleta, su cabello era más largo a diferencia de algunos años atrás, caía por debajo de sus hombros de hecho, y desde que se había graduado como héroe había dejado de hacerse aquel típico peinado cubierto de gel, aquel que durante tres años de su vida le había acompañado.

— ya era hora de que dejaras tu peinado de mierda. — la rasposa voz de katsuki lo hizo voltear, incrédulo ante las palabras del más alto ¿quién carajos se creía para hablarle así como así?

si había algo que kirishima había aprendido durante los dos años de relación que mantuvo con el rubio era que el mayor no tenía pelos en la lengua y no conocía lo que era la vergüenza, también supo sobrevivir un tiempo ante sus filosas palabras, ese tipo de verdad no tenía ninguna pena, pero él sí, y fue a finales de tercer año cuando todas y cada una de las palabras de quien en ese tiempo fue su pareja comenzaron afectarlo.

— tu peinado es una mierda.
— estás engordando, has sido un vago estos días.
— te ves mal, cámbiate de ropa.
— tu quirk está débil, es patético.

llegó a un punto donde ejiro se sentía mal consigo mismo, solía llorar, ya no le gustaba a katsuki, ya no era masculino.

— sí, bueno. también ya es hora de que dejes de meterte en lo que no te incumbe, blasty. — susurró lo suficientemente fuerte para que el más alto le escuchara. sabía que había dado en su orgullo, y si era sincero ni él supo de donde había tenido las agallas de poder contestarle eso al actual héroe número dos. el ambiente era tenso, y quería llorar, pero no sería nada masculino de su parte. así que simplemente suspiró y siguió atento ante el trabajo de sus alumnos, esperando algún inconveniente que lo sacara de aquella situación tan incomoda.

sus alumnos eran problemáticos, lo sabía desde el momento en el que había cruzado la puerta, lo peor es que él estaba a cargo de aquella clase.

pero sabía que si intentaba ser un poco más comprensivo con aquellos chicos lograría crear un lazo con ellos, para que así sintieran confianza en él y pudieran estar todos cómodos.

eran cómo gatitos... un ejemplo algo absurdo para adolescentes que se odiaban entre sí, pero se comprendía su ejemplo.

— ¡Tenko-kun, deshazte del grandote, spinner y yo nos encargamos de los ciudadanos! — podía ver como entre los edificios del lugar de simulacro saltaban sus alumnos, logrando su cometido de salvar y pelear a la vez. Himiko Toga era de las pocas alumna mujeres que tenía, era inteligente, cuando le convenía.