Amelía
Luego de un rato, decidí levantarme e irme, pero de pronto escuche una melodía.
Suave, como la de una caja de bailarina. La conocía pero, ¿de donde?
Decidí levantarme y seguirla, era tarde, al rededor de la 1 a.m.
Todo estaba oscuro ya, pero jamás le tuve miedo a la oscuridad. La noche me parecía excitante y un tanto escalofriante.
Luego de caminar un poco, pude ver a alguien en los estacionamientos, cerca de donde Chloe estaciono el carro. Bajo una tenue luz que iluminaba un poco el estacionamiento.
Tenía una cajita en las manos, pude suponer que era una cajita musical y de ahí venía la melodía.
Comenzó a tocarla un poco más rápido. Comenzó a dolerme la cabeza un poco y de repente paso una ráfaga de viento fuerte que me hizo voltear y cuando miré de nuevo, se había ido.
La persona que hace un segundo estaba parada ahí, se había ido.
Camine de vuelta un poco nerviosa, ya el dolor de cabeza se había ido. Busque mi teléfono para llamar un taxi, pero recordé que dejé mi cartera con Chloe.
Me acerqué a la cera a ver si por suerte podía ver un taxi pasando, que por lo tarde sería muy extraño. Tenía dinero en la casa así que podía pagar al llegar.
Pero ¿Cómo iba a abrir? No tenia la llave. Estaba en la cartera también.
Christian era quien podría abrirme pero había ido a la fiesta también.
No me quedaba de otra así que decidí volver a la fiesta a buscar mi cartera. Con suerte no me encontraba a Zed de nuevo.
Llegue y aún había mucha gente así que me dediqué a buscar a Chloe con la mirada pero no la conseguía.
En el intento pude verlo a él.
Ahí, bailando pegado a otra chica, besando sus labios como hace momentos besaba los míos.
Sabía que no debía dolerme, no tenía porque. Pero aún así, dentro de mi sentia eso que me quemaba, y aunque quisiera negarlo, me dolía.
- Pensé que ya te habías ido - voltee para conseguirme a Chloe, que pudo ver lo mismo que yo, pero decidió no decir nada.
- Si, perdona, deje mi cartera y ahí tengo todo - le dije intentando dejar de pensarlo.
- Ah sí, toma, aquí lo traigo - dijo y me entregó mi pequeña cartera negra, la tomé y sali de una vez sin volver a mirar de nuevo.
Y me encontré a la rubia chillona de hace rato que me miró pasando y dijo.
- Te lo dije, no era nada enserio. No era más que un juego.
Me reí y seguí.
- Para lo que me importa.
Salí, llamé un taxi y llegué a casa. Me cambié y puse algo de música. Paradise de Coldplay me gustaba mucho.
Su letra me envolvía, podía sentirme identificada, pero no por completo.
Me quedé dormida escuchándola. Me sacaba esa imagen de la cabeza.
Zed
La vi salir del armario y intenté ir tras ella, pero la cantidad de gente que había me lo hacía imposible.
Me encontré a Chloe y le pregunté si la había visto.
- Vino rápido y me dijo que se iba a casa, porque se sentía mal- dijo gritando por la música.

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My Caduto Angel
Novela JuvenilZed es un joven de actitud dura e imponente. Amelia no se queda atrás con su fuerte carácter y voluntad inquebrantable. En un mundo lleno de ambiciones, pocas son las verdades que resplandecen en la oscuridad del egoísmo humano. Tanto Zed como Amel...