Amelia
-Casca rabiasss- escuche gritar a él pelinegro y baje.
-¿Que quieres?- dije al bajar.
-Necesito un favor, un gran favor- Me miró risueño- Estos días bañarme ha sido una tortura con esto puesto- señalo el yeso con la cabeza - ¿podrías ayudarme por esta vez?
No fue fácil, pero despues de pensarlo, analizarlo y además de sentir lástima por la incapacidad de Zed para poder hacer ciertas cosas o cualquier cosa en específico, acepté ser su enfermera, con condiciones que por lo visto, Zed ignoró por completo
"Vamos, tu quieres, lo deseas, hazlo"
Ni loca, mejor vete por donde viniste.
"Sabes que tengo razón, no lo niegues"
NO.
-Porque no?- pregunto Zed, por un demonio, otra vez estoy hablando en voz alta.
-No, no era para..., bueno si, No.- dije decidida cruzando los brazos.
-Ay casca rabias, usaré ropa interior, lo juro- me miro cínico- ah no ser que quieras que me la quite, lo decides tú.
Mentiroso, manipulador, no lo haría, definitivamente no lo haría. Sé que fui culpable también, pero fue su culpa!
Me distraje al ver a Zed intentando levantarse, en vano. Puso carita triste, tirado en el sofá, sin poder tomar ni el control de la televisión.
Uish, me daba lástima! No me queda de otra.
-Esta bien.- Dije
-Enserio?- Se volvió hacia mí con unas papitas en la boca.
-Si, pero apresúrate, tengo clases en un rato- y además, mañana comienzo a trabajar, pero eso no es asunto de él.
No me hace falta, tengo dinero suficiente, pero no quiere decir que me quedaré sentada sin hacer nada.
-Ok perfecto, me ayudas a levantarme casca rabias?- dijo mirándome con una sonrisita.
-Si sigues llamándome así, me arrepentiré- Se echó a reír.
- Te queda perfecto, eres una bola de amargura andante.
Me dio gracia, le volteé los ojos y le dije que se apresurara.
Después de ayudarlo a subir, a desvestirse (Nada fácil, no sabía si mirar al techo o las paredes) entro en la tina y comencé a ayudarlo con una esponja.
- Amelia ¿qué me puedes contar de tu vida?- pregunto
No Amelía.
-Nada en particular, mis padres viven lejos, siempre ando viajando, decidiendo donde establecerme y Boston me pareció agradable.
- Y no tienes más familia?- pregunto.
-No- respondi mientras tomaba el shampoo del otro lado de el y me tomo del brazo y me miró seriamente.
-Enserio no tienes a nadie?
-No, y tampoco es de tu incumbencia- dije quitando su agarre y me tomo de nuevo, esta vez mirándome serio.
-Ocultas algo que no quieres que yo sepa?
No. ¡Muévete! !Tienes que irte! Te matará huye, hazlo por mí por favor!
- Que no es nada!- me pare agitada y no me di cuenta del agua en el piso.
Zed
Se aparto bruscamente, me levante cuando note de estaba apunto de caer y la tomé de la espalda y la cabeza, olvidando mi brazo fracturado, sentí el pinchazo y como pude intente caer lo más lento para no lastimarla.
Cuando note, estaba empapada, su camisón blanco dejaba todo a la vista y otra de sus tantas pijamas de los simpson, estaba ahí recostada, y yo veía su cuerpo, no era una mujer pequeña, a comparación de otras, pero no era más alta que yo.
Tenía un cuerpo hermoso, su silueta se fue dibujando con el agua en su ropa, sus pechos se marcaban, un encaje blanco que dejaba a la imaginación mucho.
¿Que me está pasando? Esta chica solo llega aquí y ya no puedo evitar sonreír de punta a puntar cada vez que la veo, es hermosa, necia, orgullosa y sensible, sus cabellos color miel, esos ojos tan oscuros como la noche, sus labios voluptuosos y rosados, se veia tan frágil pero era tan fuerte.
Amelía ¿Que me estas haciendo pequeño casca rabias?
-Quitate- la escuche decir dándome cuenta que seguía sobre ella, me levanté lentamente y ella se levantó y salio del baño.
En ese precioso momento pasaba Alex - ¿Que hacían ahí dentro?- dijo con cara pícara.
Cerré y me vestí.
Amelía
Tonta, tonta, tonta.
¿Que fue eso? Lo tenía tan cerca, ahí frente a mi, perdido en sus pensamientos, observando mi cuerpo al descubierto como si de algo normal se tratara. Su cuerpo, todo en él, cuándo sentí mis mejillas arder entre en cuenta y me fui ¿qué me pasa?
Me vestí y me fui a la universidad, entre a clases y me senté con una chica, se veía, medianamente agradable.
Jugaba con su bolígrafo sin escribir nada en su cuaderno abierto hasta que el profesor entró dando un portazo.
-Hoy harán un taller en grupo, con su compañero de mesa- Dijo el profesor y vi a la chica que ya me estaba sonriendo.
Quizá no sea tan agradable como pensaste.
Shhh, cállate.
-Hola, me llamo Chloe y tú?- pregunto animada sacándome de mis pensamientos.
-Amelia, un gusto- Dije, me miró y dijo
-No te había visto antes, eres nueva?- pregunto. Asentí, se río.
-Me alegra conocerte, donde estás viviendo?
-A unas cuadras de aquí, con un chico que me alquila, Alex- dije y me miró
-Vives con Alex y... Zed?- pregunto sería y con los ojos grandes. Asentí de nuevo.
-Zed, es un chico, extraño, es muy imponente, aunque las chicas de aquí les encanta eso. Solo se le ve con Alex, de lo demás muy poco se le ha visto con alguien ¿cómo haces para vivir con él?
-Ha sido, muy amable conmigo, tampoco es como que yo aguante mucho las burlas de otras personas.
-Que extraño, aunque no dudo que muchas de aquí matarían por estar en tu lugar. Madeline por ejemplo- dijo riendo- bueno, mejor sigamos con el taller- Volteo para comenzar a escribir.
Lo que dijo me dejó un poco confundida ¿Damián? ¿Un chico malo? No lo veía así, creí ser más mala que él.
Bueno, este cap es corto, pero espero les guste.
Siempre pensé que escribir podía ser agotador pero una vez que lo tomas es difícil dejarlo, son como, miles de ideas corriendo por tu cabeza y no sabes detrás de cuál ir!
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My Caduto Angel
Fiksi RemajaZed es un joven de actitud dura e imponente. Amelia no se queda atrás con su fuerte carácter y voluntad inquebrantable. En un mundo lleno de ambiciones, pocas son las verdades que resplandecen en la oscuridad del egoísmo humano. Tanto Zed como Amel...