Un admirador secreto.
Un puñado de cartas viejas.
Y una frase que se repite en cada una de ellas:
"Querido México..."
Así es como inicia nuestra historia.
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| • | -·-·-·-· [ USAMex Alert! ]
| • | -·-·-·-· [ ChicoxChico ]
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México no hablaba, ni siquiera volteaba a la enorme pantalla dónde ONU proyectaba quién sabe qué, sólo podía prestarle atención a las miradas que se posaban sobre él, una, sólo una era la perteneciente a su admirador secreto. Pero eso no importaba ahora, si quería saber quién era, tenía que concentrarse en las pistas que tenía.
Ni siquiera se dio cuenta cuando la junta terminó.
En su mente se repetían frases sueltas de la primera y última carta, la segunda no encajaba en ningún lado.
El papel era viejo, el sentimiento era el mismo y la letra también era igual; la segunda carta no tenía nada de eso, era como sí su emisor estuviera tratando de distraerlo, si así fuera entonces ya no sabía que creer. Otra cosa diferente era la firma, la dos primeras la tenían pero a la tercera parecía que se la habían arrancado, ¿qué significaba eso? ¿Significaba algo?
Estaba tan metido en sus propios pensamientos que no notó al americano hasta que ambos estuvieron en el piso.
— Ouch! Be more care- (¡Ouch! Se más cuida-) — el anglosajón se detuvo a la mitad de su oración al reconocer a la familiar cara del country con el que había chocado.
— ¿Yo? Tú pendejo, si la carne de burro no es invisible. — el americano se levanta casi de un brinco y lo mira con confusión.
— ¿Si no es invisible porqué no me viste? — Estados Unidos le extiende la mano — ¿O te refieres a que tú eres el burro? — el mexicano se colora de vergüenza.
México acepta la ayuda y se levanta. — Sí bueno, chinga tu madre. — América suelta una risilla ante el desplante del latino.
— It's nice to see you. (Es bueno verte.) — el anglosajón avanza unos pasos y se da vuelta una última vez para hablar con el latino. — By the way, you look nicer since the last time I saw you. (Por cierto, te ves mucho mejor desde la última vez que te vi.)
El americano no espera respuesta y sólo se va del lugar, dejando al mexicano solo. México regresa su mirada al frente y tirado en el suelo ve una fina pluma fluente, supone que su vecino la ha dejado caer por error, se la devolverá más tarde, por ahora quiere ir a comer.
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