~~Te Necesito Chica~~ (Levi y Mikasa)

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—Esto será rápido...

—Claro capitan.

¿Cómo mierda había podido hacer algo así?, ¿Cómo pudo haber caído en ese maldito juego?, Era una escoria de persona, de padre, de esposó. Pensaba en la noche anterior una y otra vez, ¿Cómo había podido caer en su juego?, ¡Era un maldito!, Claro que sí lo era. Tenía una esposa, que siempre lo esperaba con una sonrisa todas las noches, que lo amaba incondicionalmente, que estaba con el en las buenas y en las malas, ¿Cómo pudo hacer tal cosa?, Le había fallado de nuevo. Lo había hecho, había ropa su promesa, había dejado que esa maldita cadete cruzará la Línea.

¿Cómo pudo suceder?.

¡Claro que amaba a su esposa!.

La había traicionado y de la peor manera, ¿Que ganaba con arrepentirse?, Nada volvería a su lugar después de esa noche. Nada volvería hacer igual desde esa noche, para el. Tal vez su esposa nunca sepa la verdad y esperaba que eso no sucediera, no la quería perder, no quería perder a esa persona que siempre estuvo a su lado sin importar las consecuencias de sus actos, no quería perderla por algo tan estúpido como eso, no quería perder la estabilidad por una simple noche de pasión. No quería ser igual que su padre, ¡No quería!.

Lastimosamente estaba terminando igual que el.

¡Era un hijo de puta!.

Cómo había podido tener Sexo con alguien más y luego llegar a su casa con una sonrisa, y ver a su esposa como si nada había sucedido. ¡Como mierda había llegado a ese punto!, Era un hijo de puta, ¡Lo era!. ¿Cómo había podido tener Sexo con alguien más y luego venir hacia los brazos de su esposa, y hacerla suya?, ¡Era un maldito!, Se daba asco el mismo. Nisiquiera había podido verla a los ojos.

¡Ya había cruzado esa línea!, Ya había cometido ese pecado. Ya no había vuelta atrás, ¡Se había vuelto en un maldito hijo de puta!. Le estaba haciendo daño de nuevo, la estaba cagando como siempre. Había hecho lo que tantas veces le había negado a su esposa...Le había sido infiel.

Y de la peor manera.

—¿Amor estás bien?.

—Ehh sí—le sonrió a su esposa, Mikasa asintió, volvió a abrazar el abdomen de su esposo con una sonrisa.

—Quiero quedarme así, todo el día—susurro Mikasa.

—Yo igual—susurro de igual manera.

—Vamos, Lu debe tener ambre—le sonrió—¿Irás a trabajar?.

—¿Tengo que ir?—Mikasa soltó una carcajada.

Salió de la cómoda cama y camino hacia la habitación de baño, se ducho rápidamente y salió colocando ropa cómoda en su cuerpo. Salió y camino hacia la pequeña habitación de su hija, la tomo en sus brazos y salieron. Al bajar a la sala se encontraba el azabache, poniendo los platos en la mesa. Era la primera vez luego de tanto tiempo que el volvía a cocinar.

—¿A qué se debe esto?—pregunto con una sonrisa.

—Quiero consentir a mis princesas—tomo asiento al lado de su esposa.

—Esto es extraño, ¿Estás bien?, ¿Enfermaste?—bromeo.

—Me dió la enfermedad del amor—y corto la poca distancia en un apasionado beso. Mikasa río.

—Ire con Nanaba hoy, iremos de compras. ¿Quieres venir?.

—Sabes que no sirvo para eso, ve tu sola yo cuido de Lu—le sonrió.

—Gracias—deposito un pequeño beso en sus labios.

Al terminar su desayuno Mikasa subió rápidamente a su habitación, se ducho y cambio lo más rápido que pudo. Se despidió de su esposa y eh hija, dió un pequeño beso en la frente de ambos y salió.