SWEET SACRIFICE

🍎Capítulo 2🍎

La Presentación

Había cumplido 18 años cuando aquel ser tan misterioso se me presentó por primera vez.
Aquella noche fui dada de alta del hospital, esa noche estaba más oscura de lo normal... Llegamos a casa y me fui a descansar como el doctor me lo ordenó pero después de un rato dormida me desperté algo inquieta y con sudor frío recorriendo mi cuerpo, observé cada rincón de mi sombrío cuarto hasta llegar a las puertas del balcón dándome cuenta que del otro lado estaba alguien o algo parado inerte con su vista fija en mi, lo observé un par de minutos hasta que pude gritar, él se quedó quieto solo viendo como yo gritaba asustada y se esfumó cuando mis padres entraron a mi habitación.

- ¡No estoy loca! Juro que había alguien ahí y tenía ojos rojos-

- Nadie dice que estás loca, es solo el cansancio que te hace imaginar cosas ya que nadie puede tener los ojos rojos, vuelve a dormir- Dijo mi padre sin darle importancia

- Mamá- Dije de manera suplicante viendo como mi padre se la llevaba

Esa noche trate de dormir lo más tranquila posible sin embargo no lo logré y al primer rayo de sol que vi salí de mi cama percatando me como la puerta de mi balcón estaba ligeramente abierta, caminé hasta ella y en el piso había una nota algo quemada; me agaché, la recogí y la leí "No tengas ansias por llegar aquí, todo a su tiempo. Feliz cumpleaños número 18 Yashiro." Algo dentro de mi se estremeció y una sensación de miedo me invadió pues nadie fuera de mi casa me llamaba Yashiro, busque la firma en la nota encontrando la al final del papel... Era una letra, una sola letra ¿Cuál? La letra L en color dorado y era acompañada por una manzana del mismo color. Les enseñe el papel a mis padres y después de eso por insistencia de mi madre pusieron vigilancia en toda la casa.

A partir de ese extraño suceso no me volví a sentir tan sola; Digo no es como si viera o escuchará voces y sombras a lo largo de mis días pero, si me sentía observada y acompañada, como si de un guarda espaldas se tratara.

Después de un tiempo en una noche fría el ser misterioso se hizo presente otra vez, con la diferencia de que ahora estaba más cerca de mi, lo podía sentir.

- Se que estás aquí- Mirando por toda la habitación - ¿Quién eres y que quieres?- Solté con voz temblorosa

- Con el tiempo descubrirás quién soy pues eres muy lista mi florecilla- Abrió sus brillantes ojos logrando que me diera cuenta que estaba a un lado mío - No te haré daño así que tranquila, solo quiero... Conocernos- Extendiendo un ramo de flores con azafrán y brenzo blanco

Dude en tomar el ramo pero finalmente lo tome y observé cada detalle de el - ¿Conocernos? ¿Para que?- 

- Te he visto... Te he observado, se que te hacen daño, que estás y te sientes sola... Y creo que TÚ no mereces eso- Dijo con énfasis - Tu mi delicado pétalo te mereces lo mejor... Te mereces comprensión, cariño, ser escuchada, ser respetada y yo te ofrezco eso y mucho más-

- Se cómo funciona eso y lamento decirte que no tengo nada para darte a cambio y aunque lo tuviera no aceptaría- Regresando le el ramo de flores - Así que, lamento declinar tu extraña propuesta-

- ¿No estás cansada de sentirte así? De que hagan contigo lo que se les antoje y que nadie te escuche- Poniendo sus manos sobre mis hombros

Al escuchar esas palabras mi corazón se estrujó y pase amarga saliva viendo hacia la nada, sin duda estaba agotada de sentirme miserable y usada pero no creía que él fuera la mejor solución a mis problemas, aunque después de lo sucedido aceptarlo no parecía una idea tan descabellada.

- Tienes todo lo que quiero pero no te lo estoy pidiendo a cambio, lo que te estoy ofreciendo es un acto de buena voluntad- Pronunció algo incómodo - Siéntete afortunada-

- ¿Acaso quieres redimir tu camino?-

- ¡Eso jamás! Es solo que ya haz demostrado que superaste tu desesperación e hiciste que sintiera compasión y empatía hacia ti... Acéptalo, necesitas ayuda y nadie en este plano te la va a brindar-

Pensé un poco sus palabras hasta que volvió a hablar.

- Aparte tenemos algunas cosas en común así que creo que soy tu mejor opción ¿Que dices?-

Tomé una gran bocanada de aire y lo solté lento, extendí mi mano hacia él viendo como salía ligeramente de las sombras para besarla - Soy Yashiro- Dije con una ligera sonrisa

- Lo sé, es perfecto para ti ¿Sabes el significado?- Vio que negué con la cabeza - La que traiciona a los dioses o a Dios, pero tranquila, creo que Dios te traicionó primero al no quererte escuchar, al dejarte sola durante tanto tiempo-

Baje la mirada algo desanimada.

- Ya no estés triste, ahora me tienes a mi para darte lo que ÉL no te dio y no te dejare- Acaricio mi rostro - Nunca te dejare-

Su caricia saco en mi una sonrisa mientras me perdía en sus hipnóticos ojos.

- Se que te dije que no te dejare pero me tengo que ir, los deberes me llaman- Besó mi mano - No me esperes pero volveré, te lo prometo-