—Y entonces... ¿después de la operación... volveremos a Bristol? —preguntó Grace entrelazando su mano con la de Amber, estaba acostada en la cama del hospital, mientras que su mamá estaba sentada en una silla al lado suyo.
—Así es —respondió acariciando sus cabellos rojos. La menor frunció los labios—. ¿Qué ocurre?
—¿Y qué hay de papá? ¿Viene con nosotras? —una sonrisa amplia se plasmó en su rostro, sus ojos brillaron con mucha ilusión al pensar en la posibilidad de vivir junto a sus padres en una misma casa y no como lo estaban haciendo en ese momento.
No le agradaba tanto ir unos días con su papá y luego armar maletas para irse otros con su mamá y nuevamente armar maletas. Era muy ajetreado y para nada divertido.
—Papá tiene cosas que hacer aquí, no podrá venir con nosotras —explicó con una voz suave, sin dejar de acariciar sus cabellos, para evitar que se molestara o alterara.
—Pero... yo quiero que venga... si no lo hace, no me voy.
—Grace, tu papá tiene mucho trabajo.
—No quiero estar en Bristol, entonces —cruzó sus brazos y frunció el ceño con molestia—. Me quedo.
—No podemos discutir eso. Además, en Bristol está Hope, ¿no quieres verla? Es tu mejor amiga.
—Hope ya no es mi mejor amiga —atacó negando con la cabeza—. Ahora lo es Lian, ella sí es mi mejor amiga.
—¿Lian?
—Sí. Es la hija de mi tío Roy —empezó a explicar sentándose en la cama—. Ella es como yo. Es pelirroja, le gustan las cosas rosas, los unicornios, le asustan los zombies, su papá también es un policía eficiente como el mío... no tiene una mami, ella está trabajando también, así como mi papá lo hacía.
Amber hizo una mueca. Una parte de ella quería convencerla de que Bristol sería el lugar al que irían, porque ciertamente era un poco más seguro que Gotham. Sin embargo, no quería separarla de su papá, ya se había dado cuenta de lo muy unidos que se habían hecho en unos cuantos días; no quería lastimar a ninguno separándolos.
—Grace... pero, si vamos a Bristol verás a la tía Linda y al abuelo Ryan, ellos te extrañan mucho, ¿no quieres verlos?
La niña se quedó pensando. La verdad es que también los extrañaba, al igual que añoraba volver a su casa, a su antigua habitación que estaba llena de cosas lindas. No quería dejar a su papá, pero tampoco a su abuelo y tía... todo sería más fácil si todos vivieran en el mismo lugar.
—Está bien, no te preocupes por eso, ¿de acuerdo? Podrás ver a tu abuelo, tía y papá siempre que quieras —animó Amber ofreciéndole una cálida sonrisa.
Grace hizo una mueca y volvió a recostarse. Se quedó mirando hacia el techo de la habitación, se sentía un poco asustada y nerviosa, pues dentro de unos minutos entraría a quirófano. Suspiró y volteó a ver a su mamá.
—¿Puedo ver a mi papá? —pidió con una mirada de cachorro. Amber sonrió y asintió.
—Por supuesto, vayamos.
Ese día sería la operación. Tanto Jason como Amber querían que fuera lo más pronto posible, para que Gracie se recuperara. El petirrojo se sentía algo asustado, no por lo que le pudiera pasar a él, sino por su pequeña hija. Temía por su salud. Solo deseaba que todo saliera bien.
—¡Papá! —escuchó la voz de la pelirroja, sonrió inconscientemente.
—Pequeña pitufa —dijo extendiendo sus brazos. Con ayuda de Amber, logró abrazarlo—. Dime, ¿cómo te sientes?
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Por ella...
FanfictionAmber va en busca del padre de su hija, para salvarle la vida de una enfermedad que la aqueja. Jason debe aprender a ser padre y tal vez, dejar a un lado su vida nocturna. Hará todo por ella; ser su donante y salvarle la vida, contarle cuentos inf...