Juguemos a que no me haces daño [Drarry/Harco]

Prologo

-Casi once años sin ver el rostro de una persona... Creo que enloquecería.- 

-Pues él esta perfecto, literalmente. Es un ermitaño tecnológico, trabaja desde casa, envía sus escritos por correo y si lo necesitan en alguna reunión se contacta por video llamada.- Harry estaba casi alucinando, si bien recordaba al modelo, "doctor" y escritor Draco Lucius Malfoy  no podía creer que se hubiera recluido en una cabaña. 

-¿Tengo permiso para visitarlo?- Preguntó Harry levantándose de su silla para abrir el armario y comenzar a sacar ropa, si querían que él volviera al mundo de la moda  no había mejor persona que Harry James Potter, además de ser un viejo conocido de Malfoy sabía muy bien que palabras decir para convencer a alguien.

-Creo que sí, pero tenemos que reportar tu llegada con él. Dudo mucho que le gusten las visitas sorpresa.- Hermione quiso detener a Harry, calmarlo y que se tomara su tiempo para asimilar que volvería a ver a su viejo amigo. Aunque fue imposible, las ansias de Harry se palpaban y nada ni nadie lo podría detener, ni siquiera el mal tiempo.

-Yo creo que si, además nunca acepté el trabajo. Si él quiere puede quedarse toda su vida en una cabaña, lo importante es que sea feliz; la fama nunca trae la felicidad Hermione, lo sé muy bien.-

-Si no aceptaste el trabajo ¿Por qué vas a ir?- 

-¿Necesito un motivo para visitar a un viejo amigo?-