v. midnight whisperings

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capítulo cinco: susurros de medianoche

capítulo cinco:  susurros de medianoche

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Acunándola contra su pecho para trasmitirle su calor murmuró —. Sólo fue un sueño. —la niña se hallaba más que helada, y por supuesto, eso no era una buena señal. Hayley temía por lo peor.

La híbrida había atendido al llamado de su hermana tan pronto como esta le informó que Hope no se encontraba del todo bien. Hayley palideció ante ello, por lo que se apresuró a encontrarse con su hija, la cual no dejaba de titiritar debido al frío que sentía que le calaba hasta los huesos.

—Pero siento nauseas y me duele la cabeza —pronto el olor a sangre usurpó sus sentidos. Apartó de sí a Hope para verla, descubriendo que un fino hilo desangre caía por su nariz —. Tengo frío. —susurró, castañeando los dientes.

Klaus había ido por Freya, mientras que Hayley y Alexandra quedaron haciéndole compañía a la pequeña, esta última la evaluaba, sin embargo, la bruja no podía percibir otra cosa que no fuese magia, deseaba estar equivocada. Eso le llevó a apretar la mandíbula. Alexandra le tendió a Hayley un paño para que limpiase la nariz de la niña. 

—Tranquila, cariño —tranquilizó la híbrida. Con la manta que había utilizado anteriormente, Alexandra cubrió a Hope con ayuda de Hayley para que el frío le pasase —. Todo esta bien. —le aseguró Hayley apretándola más hacia ella mientras le daba una leve mirada a su hermana. En los ojos de la híbrida se podía ver la emanante preocupación.

—Tengo mucho frío. —repitió, acurrucándose más contra el pecho de su madre mientras sus piernas se flexionaban hacia su centro. Alexandra se aproximó hasta la chimenea de la habitación para atizar un poco más el fuego llevando a que este se alzara permitiendo que el calor en la habitación se sintiera aún más. Sus ojos se quedaron fijos en el durante un par de segundos en los que su mente recordó unas palabras que se habían alojado en al fondo de su memoria:

«Mientras respire, vendrán por ella. Nunca se detendrán»

Esas habían sido las palabras de Genevive, de Celeste DuBois. Aquellas mujeres les habían advertido en diferentes oportunidades del mismo hecho: Las brujas harían lo posible para acabar con Hope. 

Pero tras cinco años de una clara paz con el Aquelarre —esto se debía a que la naturaleza de las Facciones lobuna y brujil de Nueva Orleans se convergían dentro de la reina Crescent— habían llegado a creer que todas aquellas promesas de venganzas habían pasado. Pero eso ahora simplemente parecía un mero deseo. La realidad que claramente afrontaban era la de una venganza que seguía en pie, tan intacta como el primer día.

El pensamiento de castigo pronto se instauró en su mente; prever que esa supuesta paz era solo eso, un supuesto, era parte de su trabajo. 

⁴ 𝐂𝐔𝐑𝐒𝐄𝐃 𝐁𝐋𝐎𝐎𝐃 | Klaus Mikaelson ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora