xi. lullaby of the darkness

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capítulo once: el arrullo de la oscuridad

capítulo once: el arrullo de la oscuridad

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Desde la madrugada de aquel día hasta que mañana arribó, nadie descansó, en especial Layna y Freya; que unieron sus fortalezas para rastrear al Alfa de los Crescents, más no habían conseguido frutos de ello, pues habían probado cada hechizo que funcionaba de localización pero estos simplemente no dejaban de fallar monumentalmente. Layna dejó cuidadosamente el dije de medialuna en la mesa caoba de café frente a ella sobre un pañuelo, colocó sus manos extendidas sobre él mientras cerraba los ojos después de una inhalación profunda para obtener concentración absoluta, sus labios se movían recitando así unas palabras repitiéndolas consecutivamente.

―¡Layna!

La voz de Freya finalmente la sacó del trance en el que se encontraba, y en el que había obviado la parte de que su cuerpo estaba tembloroso llevándola al punto desde su nariz comenzó a descender un hilo de sangre, Freya se encontró a un lado de la rubia para cuando Layna reacciono por completo.

La bruja Vikinga le extendió un pañuelo para que limpiara la sangre que no dejaba de descender. ―Estas débil, no has parado de hacer magia. Eso a tomado mucha energía de ti. ―señaló mientras le ofrecía un vaso de agua que había cogido de la bandeja de metal una vez que se había alejado de la bruja. Layna pasó su mano limpiando el hilo de sangre que aún brotaba de su nariz para cuando tomó el vaso, este temblaba debido a las vibraciones provenientes de la propia bruja ―. Se que estas preocupada, todos lo estamos...

―Cuando Alex me llamó años atrás pidiéndome ayuda, en su momento pensé que se trataba de una broma ―habló con voz ronca. En esta se podía percibir el cansancio y el desconsuelo ―. Cuando ella y Rebekah aparecieron en la puerta de mi apartamento con una bebé en brazos, ahí entendí que en verdad necesitaba mi ayuda ―levantó la mirada ―. Alex rara vez acepta que necesita ayuda, ella prefiere cargar con el peso del mundo en su espalda antes de compartirlo ―miró las ondas que se formaban en el agua del vaso ―. Durante todos estos años no la cuestione ni un momento, nunca me pregunte si en realidad ella estaba bien, siempre tomaba su palabra por hecho ―bajó la cabeza ―. Y ahora...

―La vamos a recuperar, Layna ―interrumpió Freya ―. Alexandra va a volver a nosotros, es familia y con la familia jamás nos rendimos.

Layna subió la mirada para cuando asintió en silencio.

Jamás se rendiría.

—Kol y Rebekah están de regreso —anunció Klaus adentrándose a la habitación irrumpiendo en la conversación de las brujas. Layna apartó la mirada a sabiendas de que sus ojos podían estar llorosos, y no quería que nadie la viese en aquel estado, no quería asustarlos —. Les dije que estábamos por resucitar a Elijah ―señaló guardando el celular en su chaqueta nuevamente ―. Por favor, no me conviertas en un mentiroso, Freya.

⁴ 𝐂𝐔𝐑𝐒𝐄𝐃 𝐁𝐋𝐎𝐎𝐃 | Klaus Mikaelson ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora