vii. nest of cobras

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capítulo siete: nido de cobras

capítulo siete: nido de cobras

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Una vibración constante fue la que la hizo abrir los ojos de golpe finalmente, cuando se removió todo le dolía y el manto de hojas y pasto bajo su cuerpo resonaban en conjunto a sus movimientos. El viento era ligeramente frío para el día nublado que se les presentaba, para el momento que se tomó la cabeza una vez sentada esta estaba en blanco; no sabía bien que había sucedido, por una parte pensó que todo aquello había sido un sueño pero cuando detallo a su alrededor notó que de sueño no tenía nada.

Las alucinaciones del día anterior habían sucedido.

El dispositivo en el suelo que se movía sin cesar fue lo que la obligó a bajar la mirada; a lo que sin dilatar más tomó.

¡Hasta que finalmente! —habló la voz al otro lado de la línea, eso le provocó un leve dolor en la cabeza, como si de una resaca se tratase. La mala noticia era que no se debía la alcohol —. Por un momento creí que estabas muerta en una zanja.

Alexandra miró a su alrededor notando el aura escalofriante que le ofrecía esa parte del pantano. Quizás no en una zanja.

—Lo siento... —disculpó con voz grave, casi ronca. Claramente el día anterior habían sucedido suficientes cosas como para que su garganta estuviese en ese estado tan desastroso, la aclaró un poco antes de volver a hablar —. Perdí la noción del tiempo, ¿está todo bien?

Por supuesto, aquella cuestionante había sido absurda. Desde la mañana del día anterior ella había desaparecido sin dar explicación alguna de a donde había ido o cuando volvería; simplemente desapareció por un día entero y nadie había podido dar con ella, era una obviedad preguntarlo.

Oh, sí, esplendido —soltó con sarcasmo —. Mi hermana decidió desaparecer y no informarle a nadie nada sobre que haría o a donde iría. Así que si me preguntas, estoy excelente —suspiró con fuerza, buscar una pelea por celular no era lo ideal, pero la ansiedad estaba descargándose en ella finalmente; por un momento en la madrugada llegó a pensar lo peor, después de todo, el Hollow estaba lejos de estar extinto —. Lo siento, lo siento —hubo un breve silencio —. Solo es que todo esto me pone nerviosa, y luego desapareciste sin decir nada.

—Tenía... tenía que... —miró hacía la piedra en forma de cabeza de cabra que se hallaba a un costado de ella. Las imágenes de lo ocurrido durante la noche se le vinieron a la mente con rapidez —. Seguir una pista. —completó cuando apartó la mirada para finalmente colocarse de pie —¿Todo esta bien con las niñas?

Se sacudió la tierra y las hojas que colgaban de ella. —Si, las niñas están bien. Morgan tuvo un pequeño accidente, pero nada grave. —le aseguró rápidamente para no alarmarla. Para Alexandra no era de extrañarse que su hija tuviera uno que otro raspón, ya que la mayor parte del tiempo se la pasaba en el bosque; fuese en el Bayou o en el de la casa de seguridad. Era una niña muy intrépida e inquieta.

⁴ 𝐂𝐔𝐑𝐒𝐄𝐃 𝐁𝐋𝐎𝐎𝐃 | Klaus Mikaelson ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora