ii. gather up the killers

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capítulo dos: reúne a los asesinos

capítulo dos: reúne a los asesinos

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Esa mañana había sido alertada para cuando el líder del grupo de lobos que había puesto para vigilar el sector sureste del Bayou le había avisado que habían encontrado nuevos cuerpos con el sigilo como marca en sus frentes. Alexandra había dejado la casa de seguridad esa madrugada, después de todo, Mary llegaría horas más tarde para quedarse con las niñas en compañía de Layna mientras que Hayley y Nathaniel irían en búsqueda de la última pieza del rompecabezas que se les había presentado hacía cinco años ya; el último veneno que pertenecía a la manada Malraux, se hallaba a solo unos cuantos estados de donde la casa se hallaba. Todos tenían una asignación.

Pronto los reunirían de nuevo.

Alexandra miró al asiento del copiloto a su costado observando una carpeta manila con varias hojas de dibujos desperdigados. El primero era el que las retrataba a ellas, las Labonair, con colores cálidos y vibrantes, sin embargo, los que le seguían eran de paisajes un poco más oscuros. La noche anterior se había percatado de ellos cuando vio sobre el escritorio de su sobrina aquel cuaderno lleno de los mismos, Alexandra le pidió a Hope verlos y esta aceptó regalándoselos de igual manera, no eran sus favoritos, pues no acababa por terminarlos. El Alfa pudo detallar que se hallaban menos definidos como los otros dibujos de su sobrina, así como tampoco compartía los colores que ella solía usar.

Era lo que llamarían los artistas, un período azul.

Pero lo que captó su atención fue la especie de forma en la que se dibujaba el cielo, era casi como un circulo pero no se cerraba por completo.

Pero unas voces provenientes de la parte de afuera la obligó a salir de sus pensamientos para notar que en la parte de afuera ya se encontraban los citados, solo faltaba ella, la castaña guardó la carpeta manila acomodando los dibujos para luego salir del auto llevándose varias miradas. Pronto llegó al punto en donde la mayoría se hallaban.

—¿Pares? —interrogó al ver tres hombres y una mujer recostados de la misma forma que las veces anteriores, con las mismas heridas, en el exacto lugar. Alexandra suspiró para cuando vio a Vincent de cuclillas detallando el sigilo que estaba en la frente de los jóvenes.

—Son Hunter y Karla —habló uno de los lobos que llevaba consigo un arco y flecha. El hombre se encontraba observando el cuerpo de su compañero sin vida para cuando alzó la mirada hacía el Alfa —. Llevaban dos días desaparecidos.

Alexandra resopló. Eso no le gustaba para nada ya, aquello había comenzado hacía un par de semanas atrás, y de donde había más sacrificios hasta ahora había sido de parte de los lobos. Aquello claramente estaba colocando a todos los pertenecientes a la manada Creciente nerviosos, y por supuesto, acudían a su reina por respuestas.

Respuestas que Alexandra carecía.

—Arreglen todo para el funeral, no le digan a Michael y Stefania ni a Gloria —ordenó mirando al hombre de arco y flecha, el cual portaba el nombre de Louis —. Yo misma les quiero dar la noticia. —pidió a lo que él asintió. Limpio su rostro con su antebrazo para luego darse la vuelta e ir con otros lobos. Alexandra miró a Vincent de nuevo —¿Y que piensas?

⁴ 𝐂𝐔𝐑𝐒𝐄𝐃 𝐁𝐋𝐎𝐎𝐃 | Klaus Mikaelson ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora