Concejos y oportunidad

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Narra Nishinoya

Estábamos sentados en el gimnasio esperando el inicio de la práctica, pero aún faltaba Kageyama y Goshiki-san. Realmente me siento muy disgustado por todo lo que estaba escrito en la hoja. Creo que disgustado no es la palabra adecuada, me siento molesto. Quien creería que una cara tan angelical realmente tuviese una lengua tan venenosa.

—Disculpen la demora, me demoré en una reunión. —Anunció ___-san entrando con su mochila y un atuendo deportivo parecido al de Kiyoko-san, pero la chaqueta tenía los colores del Shiratorizawa y el número 6 en la espalda. —Para no interferir en el entrenamiento pueden comenzar y yo los iré llamando uno por uno para aclarar las dudas. Claro, si Ukai-san lo permite primero.

—Yo no tengo ningún problema Goshiki-san, gracias por el apoyo. —Agregó Ukai, mientras revisaba algunas hojas en su cuaderno.

—¿Es la chaqueta de tu hermano o del otro chico? —Preguntó Kageyama entrando en el gimnasio.

—Ninguno. Es mi chaqueta del equipo de voleibol de Shiratorizawa. Jugué en el equipo masculino del Shiratorizawa, creo que durante todo mi ciclo en la escuela media. Jugué hasta llegar a las nacionales, por desgracia ocurrieron cosas que me impidieron seguir jugando, pero quiero que sepan que no soy solo una tonta aficionada al voleibol. —Explicó extendiendo una fotografía, fui el primero en recibirla.

Ahí dentro de todo un grupo de hombres, había una bella y delicada sonrisa en la parte de al frente que destacaba bastante, tenía abrazados los hombros de dos chicos uno de ellos la famosa promesa de voleibol Wakatoshi Ushijima. Su uniforme era diferente al resto, a lo que me sorprendí, ella era la libero del equipo.

—¿Eras líbero? —Pregunté a lo que ella asintió. A mi mente llegaron recuerdos del partido en el que se enfrentó el Seijoh y el Shiratorizawa y aquella dulce sonrisa estaba ahí. —Tú eras el 6 de la suerte.

—Nunca estuve de acuerdo con ese apodo, pero sí. Mi posición titular era de líbero, pero en los entrenamientos podía jugar también como rematador. —Respondió con una pequeña carcajada. —Lo siento por no haberlo mencionado antes, pero eso hace parte de mi pasado y no me gusta hablar mucho del tema.

—¿Qué te pasó? ¿Por qué no seguiste jugando? ¿Te lesionaste? —Preguntó un Daichi sorprendido, recibiendo un golpe de Sugawara-san en la cabeza.

—Perdonen que no me pueda abrir completamente con ustedes, pero el porqué dejé de jugar es un tema un poco difícil de tratar para mí. —Se disculpó, se le notaba un poco decaída así que todos decidimos que era mejor no presionarla.

—No te preocupes ___-san, recuerda que estaremos dispuestos a escucharte cuando te sientas lista. —Agregó Asahi-san mientras le regalaba una sonrisa tranquila a la azabache.

—Está bien, comencemos con el entrenamiento o se nos hará tarde. —Anunció Daichi-san.

—Nishinoya-senpai, venga conmigo. —Me llamó ___

Ambos salimos del gimnasio y nos sentamos en las escaleras afuera de este. Se le notaba un poco nerviosa de hablar. Aunque parezca ilógico ya no me molestan tanto sus comentarios, ahora que sé que fue una jugadora de talla nacional no me molesta, por otro lado me siento asombrado y con ganas de sacarle provecho a sus conocimientos.

—¿Cómo es? —Pregunté al aire a lo que ella me miró con confusión. —¿Cómo es jugar a nivel nacional? ¿Cómo son los otros equipos? Solo hemos jugado con las escuelas de la prefectura y el Nekoma, así que no tenemos esa experiencia que has tenido.

—Aunque no jugué en las nacionales, tuve la oportunidad de conocer a otros equipos en campamentos. —Mencionó mientras miraba al frente sin un punto fijo, con la nostalgia desbordándose de sus ojos y una dulce sonrisa. —Es asombroso. Los miembros de los otros equipos son muy amables y siempre tratan de ayudarse entre sí a mejorar. Jugar partidos de prácticas con ellos era sentirse en otro nivel.

Renacer de Cuervo [Haikyuu y tu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora