Renacer de Cuervo [Haikyuu y tu]

Un sueño lo vale

Narrador omnisciente

Los entrenamientos en el Karasuno definitivamente eran exigentes y agotadores para todos. Aún más para la más bajita del equipo, que se empeñaba en alcanzar un punto en la pared para practicar sus saltos, aunque, aquel punto estaba en un lugar que seguramente solo alcanzaría Tsukishima dando un gran salto. Si lograba siquiera tocarlo se sentiría realizada pues podría saltar justo como solía hacerlo.

—Goshiki-san. El entrenamiento ya acabó. No te esfuerces demasiado te puedes… —Sugawara no terminó de hablar, cuando en uno de los saltos al caer se resbaló directo hacia el suelo. —Caer.

Nishinoya y Tanaka corrieron en auxilio de la menor, porque al parecer se había golpeado bastante fuerte. En ese momento iban entrando los fieles acompañantes de todas las tardes de la chica. Ambos al verla en el suelo y con un puchero supieron que otra vez se había vuelto a caer.

—¿Estaba intentando llegar otra vez? —Preguntó Tsutomu al ver que su melliza se levantaba del suelo, dispuesta a volver a intentarlo. Sugawara asintió con preocupación.

—No seas idiota, ni aunque quieras vas a llegar. —La regañó Semi jalándole una oreja a lo que ella se quejaba. —Intenta otra forma, pastelito de luna. Solo te harás daño si sigues así.

—Yo puedo hacerlo… —Se convenció a sí misma.

—Toma… —Su hermano buscó en su bolso y de ahí sacó una clase de tobilleras de ejercicio extrañas. —Le comentamos al equipo que decidiste volver a jugar… Ushijima-senpai te envio eso. Dijo que las usaras bien y que no hagas estupideces.

Luego de ese momento todos se fueron hacia la tienda de Ukai como era la costumbre y comieron algo invitado por Daichi nuevamente. Ella estaba feliz con los chicos. Disfrutaba de las bromas de Nishinoya y Tanaka, aún de la actitud fría de Tsukishima, le encantaba que Daichi comprara helados y le preguntara "¿Cuál es tu favorito?" O cuando Sugawara le reprendía a la hora del almuerzo por no ser balanceado y le intercambiara arbitrariamente el almuerzo, las peleas entre Hinata y Kageyama la hacían reír y la amabilidad de Asahi y Yamaguchi le derretía el corazón. Los cuervos la habían sacado del cascarón que ella había construido alrededor del voleibol. Y no lo iba a negar aún dolía, sus pensamientos aún se descarriaban hacia aquel trágico día, pero siempre ha tenido una mano que la levante. Ahí reunida con ellos, se dio cuenta de lo arrepentida que estaba por haber dejado el voleibol, de haber abandonado su sueño de llegar a ser una gran jugadora. Aún tenía miedo, pero sus sueños lo valían. Volvería a llegar a las nacionales y se convertiría en una gran jugadora, le demostraría a todos de que esta hecha y que si tiene un lugar en la cancha bien ganado.

Narra ___

—Yo… yo quiero… Yo quiero hacer parte del equipo de Karasuno oficialmente. Quiero volver a jugar, quiero llegar a las nacionales. —Afirmé haciendo que Semi-kun y Tsutomu se detuvieran. Ya solo estábamos nosotros caminando, hacia nuestras casas.

—¡Pastelito de luna! —Exclamó Semi con una sonrisa y unas cuantas lágrimas a punto de salir de sus ojos. —Estoy tan orgulloso de tu avance…

—Pensé que mi hermanita nunca regresaría. —Mencionó Tsutomu con una sonrisa y también unas cuantas lágrimas. —Pero aquí estas de nuevo… diciendo tonterías como que vas a llegar a las nacionales. Tienes que vencernos para eso y no creas que te la dejaremos fácil por ser una ex-miembro.

Aquello lo dijo en tono de burla y pude sentir el aura orgullosa y presumida característica del equipo del Shiratorizawa.

"Joder ¿Yo me escuchaba así de arrogante?"

Los tres reímos y seguimos con nuestro camino. Más adelante Semi-kun se separó de nosotros pues vivía en otra calle. Yo y Tsutomu llegamos a nuestra casa, siendo recibidos por un gran canino de raza Golden Retriever que respondía al nombre de Byul. Tsutomu se dirigió a su cuarto directamente mientras que yo fui a la cocina. Mamá casi nunca estaba en casa pues se la pasaba viajando a Tokio a atender una de sus sucursales.