Regresó el infierno

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Narra Akaashi

El desayuno fue bastante ameno en el equipo. Bokuto-san estaba con energías por los aires, porque tendría tiempo de practicar con ___-chan. Sin embargo, yo no podía dejar de pensar en lo que nos había contado ella la noche anterior, seguía en shock. Pese a que siempre estuve al pendiente de ella, no pude protegerla, ni siquiera sabia que aquello estaba sucediendo. Tal vez es porque no estaba tan al pendiente de ella, no como Bokuto-san que siempre se la pasaba pegado. Quizá deba pasar más al pendiente ahora. El comedor se iba llenando poco a poco de más equipos, el Inarizaqui llegó con un gran escándalo debido a los empujones de los hermanos. Mientras que el Itachiyama, por el contrario, estaba bastante callado y tranquilo. Cuando el Karasuno entró a la cafetería busqué inmediatamente a ___-chan, pero no la veía por ningún lado, ni siquiera estaba con las managers.

—Bokuto-san ¿Dónde está ___? —Pregunté mientras tomaba un poco de la sopa miso que nos sirvieron.

—No lo sé. —Respondió. Estaba nervioso. Su pierna no dejaba de moverse. —Iré a preguntarle a Kuroo.

Lo vi levantarse y caminar hasta el Nekoma donde comenzó a hablar con Kuroo, él tampoco parecía estar enterado de donde estaba ella. Ella dijo que no volvería a desaparecer, pero no estaba. Nos mintió, otra vez.

—¡Akaashi! —Una voz alegre me llamó desde atrás, tal vez estaba equivocado.

Detrás de mí estaba ella estaba arreglada con ropa de salir y estaba un poco sudada, parecía haber estado por fuera durante la mañana, ¿cuándo se levantó? Eran recién las 9:30. Ella se sentó a mi lado y me robó una cucharada de mi desayuno, realmente me sentía relajado estando a su lado, puede que a veces llegue a ser igual de energética que Bokuto, pero había algo en ella refrescante. Los líberos cargan con un gran peso dentro de los equipos y usualmente no refrescan igual que como lo hacen los armadores, pero había algo en ella que traía calma donde fuese que estaba.

—¿Dónde estabas? —le pregunté básicamente dejando que se comiera lo restante de mi desayuno, su estómago parecía no tener fin.

—En el aeropuerto fui a…

No logró terminar la frase, puesto que fue interrumpida por una voz bastante conocida para mí, pero que no tenía mucho sentido que estuviese ahí.

—Hermanita, tienes el cargador de tus audífonos, deje el mío en casa. —Esa era la voz de Tsutomu su hermano, pero el Shiratorizawa no iba a estar dentro del campamento. —¡Hola Akaashi!

—Está en mi mochila, en el gimnasio. —Mencionó ella

—No te rellenes de comida, hoy nos espera el infierno. —Mencionó su hermano yéndose en busca de aquello por lo que había preguntado.

—¿El infierno? —Pregunté un poco preocupado, pero ella solo soltó una carcajada negando.

—Es una sorpresa. —Mencionó terminándose mis sobras.

Ella se levantó y saludó a algunos en su camino hacia la salida, seguramente para cambiarse al uniforme de entrenamiento de su equipo. Tome mi bandeja y la coloqué en su lugar antes de caminar hacia el gimnasio, todo el equipo ya estaba ahí. Todos estaban en las bancas esperando a los entrenadores que darían el plan de hoy. Bokuto-san ya tenía una pelota en la mano y me estaba rogando por practicar un rato, pero debíamos esperar. Cuando marcaron las 10 de la mañana, todos los equipos estaban en el gimnasio principal, incluido el duo de hermanos, el cual todos veían con curiosidad. Ellos estaban distraídos hablando con un hombre y una mujer, quienes parecían ser mayores, pero no tanto.

—Es Hideki. El líbero de la selección japonesa. —Mencionó Haruki nuestro líbero que parecía emocionado. —Es uno del top 5 de líberos a nivel mundial ¿Qué hace aquí?

Renacer de Cuervo [Haikyuu y tu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora