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-Marinette!- el rubio corrió atrás de su compañera quien se dirigía a su casa.
-Adrien ... qué ocurre?- preguntó, después de un difícil día de confesiones en el colegio se sentía algo cansada y quería llegar a encerrarse en su habitación.
-Creo ya es momento de decirle a tus padres-
La azabache lo pensó un momento y le dedicó una mirada cansada, no quería sentir que los desepcionaba después de ya haber desepcionado a su mejor amiga.
-No lo sé Adrien yo ... tengo miedo- susurro. El rubio acarició su mejilla y tomo la maleta que está llevaba en su hombro.
-Voy a estar contigo Mari, no vas a estar sola-
Agarró la mano de la muchacha y caminaron al hogar de la antes mencionada, sentía los nervios presentes pues no pensó confesar la verdad ante sus padres tan rápido pero ya era momento de hacerlo.
-Adrien ...- detuvo sus pasos a metros de su hogar -y si me botan de mi casa? O me obligan a ...-
Detuvo sus palabras y sintió un poco de mareo, coloco una mano en su frente y se apoyó en la pared.
-Nena que ocurre?-
-Son ... los mareos-
El rubio sostuvo su espalda dando ligeras caricias en esta hasta que su compañera se sintió mejor.
-Estoy muy nerviosa- susurro.
Su amigo le dedicó una dulce sonrisa y agarró nuevamente su mano dando un ligero apretón lo cual reconfortó a la ojiazul.
-Vamos, estamos juntos en esto y no voy a permitir que nada malo te ocurra. Además, son tus padres y no creo que lleguen a hacerte algo malo-
Caminaron unos pasos más hasta llegar a la puerta trasera de la panadería por la cual ingresaron y el nervioso ahora era el rubio, se detuvo ante la puerta de entrada del hogar y no quiso continuar su camino.
-Vamos, entremos- susurra la azabache jalando del brazo al ojiverde el cual seguía parado como estatua y no tenía intenciones de moverse.
-Me estoy empezando a arrepentir-
-Adrien fuiste tu quien insistió en venir-
-Si lo sé pero ...- desordenó su cabello con la mano derecha y suspiro -todo está pasando tan rápido ... y eso me asusta-
-Como tú me dijiste a mi, estamos juntos en esto-
-Tus padres van a matarme- susurro.
-Vamos, no creo que lo hagan literalmente-
-Claro que lo harán, embarace a su hija- el rubio sostuvo su cabeza con ambas manos dando ligeros jalones a su cabello.
De pronto, la puerta frente a ellos se abrió y la sonriente madre de la franco-china apareció atrás de ella, un frío intenso recorrió la espalda de ambos jóvenes ¿Los había escuchado?.
-Ya van a entrar? O van a seguir aquí afuera?- pregunto sin dejar de sonreír la azabache mayor.
-Creo que prefiero quedarme aquí- soltó el rubio sintiendo unas gotas de sudor bajar por su frente, la ojiazul dio un codazo en las costillas de este.
-Entra Adrien-
Ambos muchachos ingresaron y se sentaron en el sillón de la sala mientras Sabine cerraba la puerta y se dirigía a la cocina, frente a ellos se encontraba un hombre alto he imponente afilando cuchillos lo cual puso los pelos de punta del rubio.
-Tomen, hice galletas-
La ojiazul mayor dejo frente a ellos un plato lleno de galletas recién horneadas y los ojos del ojiverde brillaron de alegría, sin esperar más, se lanzó a este y empezó a comer el manjar que tenía adelante.
Marinette observó con el ceño fruncido a su compañero pero sintió algo de ternura por el, seco sus manos sudorosas en sus piernas y relamió sus labios pensando cómo empezar la conversación.
-Hija cuéntanos, cuanto tiempo de embarazo tienes?-
Está pregunta sorprendió bastante a la pareja, el rubio empezó a tocer escandalosamente ya que se encontraba con la boca llena y la pregunta le hizo atorarse. Con algunas migas en la boca pregunto.
-Como lo saben?-
-Muchacho, no somos tontos- empezó el hombre aún con una mirada sería -sabemos que cuándo venías a hacer 'tareas' no era lo único que hacian-
Un inevitable sonrojo se apoderó en las mejillas de ambos jóvenes y el rubio, aún con migas al rededor de la boca, soltó una risa nerviosa mientras sobaba su nuca con una mano. El padre de la muchacha le lanzó una mirada asesina y continuo afilando sus cuchillos causando que el esgrimista trague fuerte.
-Cuando lo descubrieron?- la azabache intervino.
-Hija nos dimos cuenta hace unos días, vomitas todas las mañanas y duermes más de lo habitual, no fue difícil llegar a esa conclusión. Además ...- abrió un cajón de la cocina y de allí saco un test de embarazo -encontramos esto-
Marinette se golpeó la frente con su mano derecha recordando que dejó sobre su escritorio los test de embarazo olvidando por completo esconderlos, no podía creer lo distraída que llegaba a ser.
-Estan ... enojados?- susurro la menor del hogar.
Ambos padres se acercaron y se sentaron frente a los muchachos.
-Nena no te vamos a mentir que nos sentimos muy frustrados y descepcionados- Sabine tomo la mano de su esposo y continuo -pero no ganamos nada gritando y reprochando lo que hicieron, después de todo el bebé ya está ahí -señalo el vientre de la ojiazul -ahora nos toca apoyarlos para que terminen sus estudios y puedan ser unos maravillosos padres-
La franco-china se acercó y ofreció un gran abrazo a sus padres con lágrimas en los ojos, agradeció en silencio no haber lidiado con gritos o insultos, sus padres eran increíbles y lo comprobó nuevamente.
El rubio observaba desde su asiento con gran ternura el cariño que tenía la familia frente a él, tomo nuevamente una galleta y la acercó a su boca para darle un mordisco.
-Ahora si Adrien, tu y yo tenemos mucho de que hablar- Tom hablo con firmeza, el ojiverde trago saliva nuevamente sintiendo su vida en riesgo.
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Hey!
Los padres de Marinette lo tomaron bien, por lo menos no todo es malo cierto?
Espero les guste!
Gracias por leer!
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Llegada Inesperada (Adrinette)
FanfictionAdrien y Marinette descubren que están esperando un bebé aún teniendo 16 años lo cual los llena de insertidumbre y nervios. Ahora tendrán que buscar una solución y salir adelante con este embarazo juntos. Pero, ¿No todo es tan fácil cierto? Tendrán...