Bien

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Y las cosas fueron bien por primera vez en la vida, o al menos, ella pensaba que eso era el bien.

Por primera vez, había quedado con la gente que le devolvió las ganas de volver a clase, de reírse hasta no saber parar y la gente que de alguna forma u otra le había hecho sentir lo mejor del mundo y a la vez lo peor. 

No se en que momento todo ocurrió la verdad. Supongo que es cuando decidieron cambiarnos el horario. Empezamos como niños nuevos en un colegio, al fin y al cabo, llevábamos mas de 6 meses sin hablarnos unos con otros, era volver otra vez. Y la verdad es que se hizo muy raro. Pero mi relación con ellos fue en aumento, y lo agradezco. Me reí como si me fuese la vida en eso, los conocí y me conocí, quede y me sentí especial. Estaba bien. Pero estaba el, siempre el; desde ese día en Valencia, no hay día que no me acuerde de el. He tenido muchos altibajos con el, momentos de pensar que nos comeríamos el mundo, y momentos en los que me dije que jamás volveríamos a hablar. El sitio en clase, me ayudo en cierto modo, por que conseguimos acercarnos un poco mas, estar mas cerca, pero a la vez, lo fui conociendo mejor y me di cuenta de que el ya no era para mi, o mejor dicho, yo ya no significaba nada para el. Ese momento en el que me di cuenta de eso,  me dolió, mucho. Me calle y seguí con mi vida. Como siempre. Y llegaron las vacaciones de navidad, y Filomena, y semanas de clase, y la confianza entre Alex y yo aumentaba, era mi amigo y lo sabia. Hace un año me dije que yo no seria una mas de las suyas, y me mantengo firme en esa decisión, y supongo que es es la razón por la que ahora estemos tan bien. Y me gusta, me gusta el sentirme bien con la gente por primera vez, me gusta ver que no sobro y que se me cuenta en las cosas. Me gusta.

Pero, hay algo en mi interior que me impide confiar, no hablamos durante un rato, y chao, pienso que ya no le caigo bien. Tengo que dejar de pensar que la gente se olvida de mi, que se cansa, por el simple hecho de no hablar durante un intercambio. Tiene que intentar de pensar eso. Pero la verdad es que se me hace difícil, por que son tantas veces que lo que yo pensaba se hizo realidad, que ya me cuesta confiar en que el próximo no piense eso. Y me jode, de verdad, me jode mucho. Me rallo y luego pienso. 

Pero lo que cambia respecto a otras ocasiones es que pequeños detalles marcan la diferencia, se acuerdan de mi, o cosas que pienso o hago, y me gusta. Me hace pensar y contradecir lo que mis malos pensamientos hacen. Al fin y al cabo, a día de hoy, y por primera vez, las cosas van bien

Sueños SoñadoresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora