Tu dispositivo cruel.
Tu sangre, como el hielo.
Una mirada podría matar..
Mi dolor, tu emocion.
--Eres un idiota, Deidara --me dijo por decimoséptima vez en el día Itachi. Suspiré.
Todo empezó a principios del año escolar cuando este nuevo chico llegó y básicamente revolucionó el instituto con su atractivo y aura misteriosa. Akasuna no Sasori, el chico pelirrojo de mirada fría y expresión desinteresada. En fin, que no podía dejar de observarlo.
Siempre fui curioso, y la verdad es que él me resultó alguien interesante.
--Ya lo sé --le respondí a mi amigo.
--Mírate, nunca pensé que fueses tan gay...
--¿Disculpa? ¿De dónde sacas eso? --lo miré molesto.
--No importa --rodó los ojos --. Te decía que dejases de verle todo el maldito día. Es turbio.
--Yo no hago eso --le dije frunciendo el ceño. Itachi volvió a enarcar una ceja incrédulo --. Bueno, tal vez un par de veces.
--¿Por qué soy tu amigo?
Le sonreí con suficiencia y al cabo de unos segundos, sonó la campana. Nos levantamos y comenzamos a caminar hacia nuestra próxima clase. De un momento a otro tropecé con mis propios pies y caí al suelo soltando mis cosas. Itachi siguió caminando.
Hijo de su...
Chasqueé la lengua apresurandome a juntar mis cosas. Alguien me extendió uno de mis cuadernos y sonreí a punto de tomarlo hasta que noté de quién se trataba.
Jamás había estado tan cerca de él, cielos.
--¿Lo vas a tomar o no? --dijo frunciendo el ceño y reaccioné tomandolo.
Intenté agradecerle pero ninguna palabra salió de mi boca. Él se fue sin perder más tiempo y yo me quedé algo inquieto.
Quiero amarte, pero es mejor
no tocar.
Quiero sujetarte, pero mis sentidos
me dicen que pare.
Quiero besarte, pero deseo demasiado.
Al día siguiente, en la cafetería, me encontraba mirando nuevamente a Sasori. A veces me preguntaba qué tipo de persona sería. Es decir, qué le gustaría, que odiaría, con quién se llevaba bien, etc. Nunca le di demasiadas vueltas al asunto en realidad, al menos hasta que rememoré las palabras de Itachi.
--¿Qué? --dijo con su sandwich a medio camino al percatarse de mi mirada.
--¿Insinúas que me gusta Sasori? --pregunté sorprendido.
--¿Y ahora qué dices? --alzó una ceja.
--Ayer me llamaste gay por mirarlo tanto --le recordé y él mordió su sandwich con cierto fastidio.
--Te ves como todas las chicas de la escuela cuando lo miras --señaló al tragar su comida --. Pero eres hombre, así que es gay.
--No soy gay, Itachi.
Ambos nos miramos fijamente en silencio hasta que Itachi apretó los labios para retener una carcajada y me molesté. Me levanté tras darle un golpe en el brazo.
--Idiota --gruñí alejándome.
Salí al patio y me dejé caer en el césped. ¿Será cierto? ¿Soy gay por Sasori? Es cierto que me cuesta dejar de mirarlo, que me intriga y que he pensado en él más veces de las que me gustaría admitir. Soñé con él una vez incluso.
Soñé que Sasori estaba sobre mí y... bueno, eso. Pero asumí que no se trataba más que de un tonto sueño y ya.
Estaba confundido.
